Michael Schumacher, toda una leyenda sobre la pista, y Ross Brawn, otra leyenda pero en los boxes, unen otra vez sus caminos en la Fórmula 1, como si el tiempo no hubiese pasado por ellos.
El primer encuentro de este dúo se dió en la desaparecida escudería Benetton, donde lograron los dos primeros títulos del Kaiser. Schumi era un joven con talento que venía despuntando los años anteriores con dos de los apellidos más míticos de la F1 todavía en la pista, Alain Prost y Ayrton Senna.
Un podio quedó grabado en los aficionados a este deporte, el del Gran Premio de España de 1993, la victoria se la llevó Alain Prost, simbolo de la vieja guardia que había regresado tras un año sabático para llevarse su cuarto título, segundo fue Ayrton Senna, en la madurez de su carrera dando emoción sobre la pista, y cerraba el podio un brillante joven que despuntaba, Michael Schumacher.
Al año siguiente se marcaba un antes y un después en la historia de la F1, Ayrton Senna fallecía en la carrera de Imola 1994. Y precisamente ese año comenzaba a forjarse la leyenda del Kaiser con su primer campeonato, que volvería a repetir al año siguiente. En los boxes, como director técnico Ross Brawn.
Michael se marchaba a Ferrari a seguir forjando una leyenda en el 96 y junto a él Brawn que pasaba a ser director técnico de Ferrari. La Scudería llevaba desde el 79 sin lograr situar a uno de sus pilotos en lo más alto del campeonato, y tuvieron que seguir esperando cuatro largas temporadas.
Después llegó el reinado del Kaiser y Ferrari, que se prolongaría durante 5 largos años. Hasta que en 2005 un joven asturiano lograba lo que parecía imposible para un español, ser campeón de la Fórmula 1. Al año siguiente el Kaiser anunciaba su retirada de la Fórmula 1 y Ross Brawn hacía lo propio para tomarse un año sabático.
Y ahora sus caminos se cruzan de nuevo, en una nueva escudería casi por completo alemana, donde Ross Brawn pone la guinda extranjera. Una escudería que Mercedes compró por una cifra que ronda los 125 millones de euros al propio Brawn después de que lograse la victoria en el Mundial de Constructores y en el de Pilotos en 2009 con un equipo que le había comprado a Honda por el precio simbolico de 1 libra.
Mal negocio para Honda, que además puso 100 millones para el proyecto de Brawn, muy buen negocio para Ross Brawn, que todavía sigue siendo el jefe de la escudería y conserva el 30% del accionariado. Ahora sólo falta por ver como termina la historia con el nuevo apellido de Mercedes. De momento Schumi avisaba en el acto de presentación del MGP W01: «Soy optimista de cara el título».
Pero este que se cree (schumacher), bueno veamos como alonso a partir del 14 de marzo le echa la pata encima y le quita las pegatinas con el ferrari. Ja,ja,ja.