A pesar de que la carrera de F1 fue bastante limpia, para lo que suele ser habitual en Mónaco, si exceptuamos el toque de la salida que provocó el safety car, el resto del fin de semana el principado resultó de lo más accidentado, desde la caída de un espectador al los espectaculares accidente de GP2 y GP3.
Los pilotos de McLaren, Jenson Button y Lewis Hamilton, le han deseado una pronta mejoría a un aficionado que se cayó el jueves desde una de las gradas sufriendo daños en la columna y en la pierna, por lo que continúa hospitalizado.
Según informa el Daily Mail, un portavoz de McLaren le fue a visitar al hospital, llevándole una carta de sus pilotos e invitándole al motor home del equipo para el año siguiente.
«Se trataba de algo bastante serio así que ambos escribimos una carta para transmitir un obvio pesar por el accidente y desearle una pronta mejoría», dijo Button.
A pesar de lo poco espectacular de este accidente, las lesiones han sido de importancia, mientras que las carreras de las categorías inferiores de GP2 y GP3, vivimos justo lo contrario, accidentes espectaculares donde todos salieron ilesos.
En la GP2, el brasileño Felipe Nasr salió volando por los aires a una velocidad tremenda, varios coches se acumularon en la cuesta desde la primera curva. El comentarista y piloto reserva de Lotus, Jerome d’Ambrosio declaró que el incidente le recordó al estropicio del comienzo del GP de Bélgica de 1998.
Por otro lado, en la GP3, Conor Daly -el hijo del ex piloto de F1 Derek Daly – tuvo un terrible accidente que le hizo volar por los aires a la salida del túnel, provocado por la falta de apoyo aerodinámico tras perder su alerón en un toque poco antes.
El joven piloto de 20 años salió volando literalmente y se empotró contra la parte alta de la valla de protección del circuito, rozando la posición de los comisarios a los que a punto estuvo de llevarse por delante, sin embargo y afortunadamente, todo el mundo salió ileso.