Con una victoria, un segundo puesto y un abandono, Fernando Alonso se siente razonablemente satisfecho por cómo ha iniciado 2013. El piloto asturiano ha recuperado la confianza después del varapalo de la pasada temporada, y su conducción está rayando en muchas ocasiones la perfección. Lo logrado en China hace unos días no hizo si no confirmar lo que en el paddock ya era una realidad hace semanas: Alonso tiene por fin una máquina en condiciones para pelear por el título y nadie, ni siquiera los Red Bull, podrán eliminarle de la terna de favoritos.
La euforia entre los ‘tifosi’ está más que justificada. Alonso llega a Bahrein tercero en el campeonato, por detrás de un Sebastian Vettel que poco a poco va recuperando su posición tras sobrevivir, más o menos, al huracán desatado en Sepang, y de un Kimi Räikkönen al que nadie se atreve a toser. El finlandés, en palabras del propio Fernando Alonso, está siendo el piloto más rápido y por tanto el corredor al que más temen en la parte alta de la clasificación.
Sin embargo, Alonso no ha podido evitar ser el centro de atención en las jornadas previas al GP de Bahrein, no por ser un fijo en las quinielas de cara al domingo, sino por una foto en una red social. El propio piloto asturiano fue el encargado de encender la mecha de los fácilmente inflamables barriles de la pólvora de la polémica, cuando subió a Twitter una foto cenando con un buen amigo suyo. No habría nada de lo que sacar punta, si no fuera porque ese amigo era Mark Webber, uno de los protagonistas del último gran culebrón de la Fórmula 1. En plena guerra civil en Red Bull, que uno de los contendientes se vaya de cena con el máximo rival del otro púgil, Sebastian Vettel, hizo correr ríos de tinta y cuchicheos por el ‘paddock’.
Alonso, no obstante, restó importancia al asunto y aprovechó para cargar contra uno de sus blancos favoritos: la prensa. «Es solo una foto y se quiere ver polémica donde no la hay. Es una cena entre dos personas que se conocen desde hace 13 años, que comparten manager, como es Flavio Briatore, y que tienen una buena relación. Hablamos más de bicis que de F1. Pero estáis acostumbrados a poner fotos y subtitularlas con alguna cosa polémica y si dos amigos se ven y ponen una foto está bien poner dos o tres páginas. Es una cuestión vuestra», lanzó, sin tapujos, como suele ser habitual en el asturiano.
Sebastian Vettel también fue cuestionado por la instantánea, y esta vez tiró de un curioso humor alemán. El tricampeón, que normalmente capea estas cuestiones extradeportivas con sorna, no hizo una excepción en este caso. «¿Aparecían desnudos los dos?», preguntó bromista el joven de Red Bull. «En algún momento hay que cenar; debe ser muy aburrido hacerlo solo. Hablarían de sus 200 carreras. Es que Webber ya lleva muchos años en esto», continuó entre risas el germano, uno de los más firmes candidatos a victoria este fin de semana.
Se acuerda de la corrupción en España
El Gran Premio de Bahrein se caracteriza por varias constantes. Por el calor, que Ferrari ve bien (han ganado aquí cuatro de las ocho veces que se ha corrido, entre ellas el debut de Alonso de rojo) y por las protestas de los opositores al régimen que reina en el pequeño país árabe. Desde que se suspendiera en 2011, Bahrein suele saltar a la palestra en estos días previos al gran premio, y de hecho esta semana hubo un coche bomba en la capital, Manama. Bernie Ecclestone se apresuró a negar cualquier cancelación, pese a todo.
Alonso fue cuestionado sobre ello. El español, sin embargo, recordó que ellos son pilotos y que se deben abstraer un poco de los problemas que haya en cada país, ya que no pueden atenderlos a todos. Y puso como ejemplo uno de los grandes males de España: la corrupción. «Si nos ponemos a mirar todo, tendríamos que estar pendientes también de las fábricas en China; en India, donde trabajan niños y les explotan, en otros países; en España por la corrupción política… Siempre hay un tema candente en cada país y aquí hay protestas que esperemos que encuentren las mejores condiciones y la paz pronto. Es algo que tienen que resolver entre ellos y nosotros venimos a dar un buen espectáculo para que el que venga y el que lo vea por sus casas», dijo Alonso.
En lo deportivo, este fin de semana se espera una cierta recuperación de la normalidad. Es decir: los Red Bull volverán a estar arriba. Pirelli ha cedido a las presiones de la escuadra campeona, que junto a Mercedes solicitó que los compuestos fueran más duros y así sufrir menos degradación. El suministrador de neumáticos aceptó y, después de consensuarlo con todos los equipos, decidió cambiar el compuesto blando previsto por el compuesto medio. Así, los monoplazas se calzarán con medios y duros, los que menos degradan de la gama. Aunque esto pueda parecer una concesión que perjudique al resto, lo cierto es que a todos los equipos les beneficia que, en un circuito como el de Sahkir, las ruedas duren lo máximo posible sin sufrir degradación. Aunque es improbable, y hasta surrealista, quizá se vea un invitado sorpresa: la lluvia. En pleno desierto, durante esta semana han caído ligeros chubascos que han refrescado la ardiente temperatura ambiental del circuito. Y de hecho, hay posibilidades de lluvia para este viernes incluso.