Fernando Alonso llegaba a Malasia con el objetivo de seguir sumando puntos para el mundial, tras la clasificación de ayer el objetivo de la victoria parecía accesible, en la salida se puso a rebufo de Vettel, pero un toque dejó dañado su alerón e intentaron minimizar los daños permaneciendo en pista, al final el F138 terminó en la grava.
«Hoy hemos tenido muy mala suerte. Después de haber hecho una buena salida, me he tocado con Vettel en la segunda curva: fue una sorpresa encontrármelo ahí, casi parado, no sé a qué velocidad iría», dijo el piloto español.
«Pese a que el coche resultó dañado, no parecía ir demasiado mal, con lo que tomamos la decisión, junto con el equipo, de continuar; si hubiésemos parado en ese momento, para volver a parar de nuevo en la tercera o cuarta vuelta para montar ruedas de seco, la distancia hubiese sido demasiado grande, perdiendo definitivamente cualquier opción de terminar en las primeras posiciones. Es fácil criticar esta decisión, pero en ese momento parecía la correcta».
«Ha sido una pena, sin duda, puesto que hubiésemos podido pelear con los Red Bull, pero las circunstancias no ayudaron. Aparte de las decisiones que tomamos, la mala suerte también influyó mucho, si tenemos en cuenta la cantidad de salidas de pista sin consecuencias que hubo en Australia y esta misma tarde cuando salimos a la pista», añadió el piloto de Ferrari.
«Ahora ya estamos centrados en las próximas carreras de China y Bahrein, esperando hacerlo mejor que el año pasado para llegar a Europa con el mayor número de puntos posible», añadió Alonso.