Muy especial. Así será el Gran Premio de Italia 2012 para el líder del campeoanto Fernando Alonso y para su equipo, Ferrari. En su casa, no les faltará el colorido y el apoyo de los tifosi y la única manera de devolverles ese cariño reside en la prioridad de ganar la carrera en el Templo de la Velocidad de Monza.
El piloto asturiano llega a la decimotercera prueba del Campeonato del Mundo totalmente recuperado de los dolores de espalda después de sufrir el aparatoso accidente en el circuito de Spa, en Bélgica. Su verdugo, el francés Romain Grosjean, fue sancionado con una carrera de suspensión y en Monza será sustituido por el belga Jerome d’Ambrosio.
La estrategia de Ferrari, a priori, queda clara, pero si Alonso logra estar en el podio sería sinónimo de éxito ya que lidera el Mundial con 24 puntos de ventaja sobre el alemán Sebastian Vettel (Red Bull) y con 32 sobre el compañero de éste, el australiano Mark Webber. La rabia aparece cuando Alonso se plantea que las cosas podrían ser más cómodas tras haber visto cómo su ventaja de 40 puntos sobre el segundo se reducía a 24 en Spa. Por tanto, la necesidad de puntuar es ineludible e incuestionable.
La pole marcará el devenir de la carrera, pero no es tan trascendental como en otros circuitos que poseen una estructura más cerrada. Monza es el circuito más rápido del campeonato con una media que ronda los 250 kilómetros por hora. La habilidad de los pilotos para tomar las curvas y las chicanes, sumada a la colaboración del monoplaza y los componentes del equipo, serán los elementos clave de esta carrera que es un punto de inflexión en el futuro del Mundial.
Las ocho décimas que distanciaron a Fernando Alonso de la «pole» en Bélgica, supondrán una dificultad añadida porque tal y como aseguró el asturiano “no cree que recupere ocho décimas con un botón mágico”. El doble campeón mundial sabe lo que es ganar en Monza, donde en 2007 lo consiguió con McLaren y hace dos años lo hizo a bordo de un Ferrari. También es experto en optimizar el resultado que puede obtener de su coche y, de nuevo, no será una excepción.
Por su parte, Sebastian Vettel, segundo con 140 puntos, espera plantar cara al español y confía en sus posibilidades. Con un monoplaza más rápido que el de Alonso, a priori, tiene más opciones reales. El alemán también sabe lo que es alzarse dos veces con la victoria en Italia. Por tanto, ambos parten con igualdad en cuanto a estadísticas. Si uno de los dos consigue ganar, habrán superado al mítico Ayrton Senna, que en este circuito hizo «doblete» con su McLaren-Honda.
Faltan ocho carreras y el duelo entre Alonso (31 años) y Vettel (25 años) tiene la presentación este domingo, con el «rey» del circuito como testigo. Michael Schumacher, desde su Mercedes, verá si alguno de los dos es capaz de acercarse a sus cinco triunfos en Monza