Tras el parón veraniego, parece que ha pasado una eternidad desde la carrera de Hungría, llega de nuevo la emoción a las pistas. Por delante el Gran Premio de Bélgica 2013, con la mítica pista de Spa, un trazado diseñado por la propia naturaleza que pone a prueba a los mejores pilotos.
«Correr en un circuito así de especial provoca auténticas descargas de adrenalina. La alternancia de subidas y bajadas, y las secuencias de curvas rápidas, convierten a este trazado en una experiencia realmente fantástica para un piloto», reconoce Fernando Alonso, que ha pasado la pausa veraniega entre su Oviedo natal y la playa. «Una vuelta en Spa es como veinte en cualquier otro circuito, en cuanto a la emoción y la adrenalina que genera».
Su compañero de equipo, Felipe Massa, quien hizo un viaje bastante más largo hasta Brasil, pero que ya está de vuelta en Europa con las pilas cargadas, está totalmente listo para disputar el Gran Premio de Bélgica.
«Spa es fantástico, es como un sueño correr allí para todos los pilotos, sobre todo en un monoplaza de Fórmula 1», comenta Felipe. «Hay mucha historia allí y es un bonito reto al que hacer frente con todas esas subidas y bajadas, con esos cambios de dirección, que combinados hacen que pilotar allí sea un auténtico placer».
A la hora de destacar la parte más emocionante de Spa, Alonso responde sin vacilar: Eau Rouge.
«Es una curva en subida que se coge en séptima marcha a unos 300 km/h. Incluso si se toma a tope, con los monoplazas actuales de Fórmula 1, tu cuerpo aún experimenta el nivel de compresión más alto de todas las curvas de todo el campeonato y eso es lo que lo hace especial».
Felipe también es un gran aficionado de Eau Rouge y de las sensaciones que provoca esta montaña rusa, aunque no es su favorita.
«Al volante de un Fórmula 1 actual, con toda la tecnología y la carga aerodinámica de la que se dispone, aunque Eau Rouge sea una curva, se conduce como si fuera una recta, con el acelerador a fondo en cada vuelta del fin de semana», explica el brasileño.
«Así que, la parte que me parece más divertida se encuentra hacia el final del segundo sector y el principio del último, donde hay muchas curvas rápidas y cambios de dirección. La parte más exigente está después de la subida de Eau Rouge, donde comienza una larga recta seguida de una secuencia de chicanes en descenso. En esta zona de la pista el más mínimo error supone una gran pérdida de tiempo por vuelta».
Hay muchos otros retos en este circuito y Fernando explica que uno de los más destacados está cerca del final del recorrido, antes de la recta de salida.
«La curva más exigente es, sin duda, la chicane previa a la línea de meta, porque se llega a unos 330 kilómetros por hora y luego tienes que entrar en esta chicane tan lenta, con muy poco agarre, porque para Spa la puesta a punto del coche lleva muy poca carga aerodinámica. Aquí es donde se producen la mayor parte de los adelantamientos en carrera y aquí se encuentra también la entrada al pit-lane, que es muy estrecha. Para conseguir la mejor puesta a punto en este circuito necesitas un compromiso aerodinámico importante, puesto que el primer y tercer sector se componen enteramente de rectas largas, donde el mejor rendimiento se encuentra con el menor nivel de carga aerodinámica y con velocidad punta».
«Y luego está el segundo sector, compuesto de muchas curvas y en el que se marca la diferencia con la mayor carga aerodinámica. Así que, encontrar el equilibrio correcto aquí es un ejercicio siempre muy complejo, un aspecto que se convierte en el objetivo principal de los entrenamientos libres».
De los pilotos actuales de la Scuderia, solamente Felipe cuenta en su palmarés con una victoria en el circuito de Spa, la de 2008.
«Todo el mundo quiere ganar aquí, al menos una vez», comenta el brasileño. «Me encanta este circuito y espero que lleguen más victorias en Spa a lo largo de mi carrera. Son victorias muy especiales, que tienen un gran valor por su historia».
Su compañero de equipo coincide con el brasileño en que ganar en Bélgica es especial.
«Spa está considerado como un circuito muy completo que representa un verdadero desafío para pilotos y equipos», dice Fernando. «Junto a Mónaco, Monza y otros famosos circuitos que cuentan con una gran reputación, es una de esas carreras que aportan un valor añadido. Todos los grandes nombres han ganado aquí en el pasado; espero de veras que este año podamos añadir el mío. Aunque de cara al campeonato, una victoria en Spa equivale a 25 puntos, los mismos que en cualquier otra pista del Mundial».
Sorprendentemente, tratándose de un doble campeón del mundo, el piloto español de la Scuderia Ferrari no ha podido subir aún al peldaño más alto del podio belga.
«Hice una buena carrera en esta pista en 2005, cuando llegué segundo, y también en la Fórmula 3000. Nunca he estado en condiciones reales de luchar por la victoria, he tenido que retirarme varias veces en Spa: generalmente por culpa de la mala suerte, y otras veces por problemas técnicos o por errores míos. Sería bonito compensarlo este año, y poder recuperar parte de los muchos puntos perdidos en el pasado».