Motmeló es un cricuito muy completo, curvas rápidas, una larga recta y un asfalto muy abrasivo completan las caracteristicas del trazado. Por si fuese poco, el viento es muy cambiante y conseguir una buena puesta a punto resulta complicado y puede decantar la balanza en favor de uno u otro equipo.
La gran variedad de curvas unido a los virajes rápidos tras las rectas provocan que la carga aerodinámica de los monoplazas tenga que ser tenida muy en cuenta por quien pretenda ganar la carrera. A pesar de perder velocidad en la recta principal lo fundamental es tener una elevada carga aerodinámica para soportar mejor las curvas.
La suspensión tendrá que ser rÃgida en la parte delantera y ligeramente más blanda en su parte posterior para lograr una buena salida de los virajes. La ausencia de elementos elevados ayuda a mantener el monoplaza lo más bajo posible, lo que permite una mayor adherencia al circuito.
El asfalto abrasivo y las curvas rápidas necesitan unos neumáticos muy duros para soportar esas elevadas cargas. Especial atención al neumático delantero izquierdo, pues es el que se lleva la peor parte y trabajará al máximo en todas las curvas.
En lo tocante al motor, Barcelona no ofrece grandes desgastes de motor, durante la vuelta al circuito se acelera a fondo en el 69 % del recorrido. Liberar progresivamente la potencia del monoplaza ayudará a no quemar demasiado los neumáticos y a mantener mejor el equilibrio del coche.
La caja de cambios dependerá del viento reinante durante el fin de semana. Los entrenamientos del viernes aportarán valiosa información para elegir correctamente la relación de marchas. Para la marcha más alta hay que tener en cuenta que el motor podria pasarse de vueltas si el viento sopla con fuerza o si se rueda detrás de un rival, por la elevada carga aerodinámica.