¿Quién parte mejor? ¿Alonso tiene opciones de lucha? ¿Se esconde Red Bull, o realmente Mercedes ha dado el salto? La lluvia en los primeros kilómetros rodados en Melbourne impide cualquier predicción. El asturiano Fernando Alonso es el piloto más regular de entre los favoritos para el podio de Albert Park.
Se abrió el pitlane y los pilotos miraban al cielo con los ojos entornados, y una chaqueta sobre los hombros. La lluvia, que se mostraba intermitente en los días previos, no se quiso perder el debut de los 24 pilotos en la temporada 2012, y empañó la jornada de entrenamientos libres. A un siempre confuso inicio de campaña, se añadió así otra incógnita a la ecuación, tras dos tandas marcadas por las precipitaciones y que dominaron primero Jenson Button y después Michael Schumacher, que mejoró en el último momento a Nico Hulkenberg.
El más regular en los primeros kilómetros de esta campaña 2012 fue, precisamente, Fernando Alonso. El piloto español fue cuarto en las dos tandas, y pudo probar los cuatro compuestos de neumáticos que Pirelli ha llevado a Melbourne. Las sensaciones con el F2012 en las complicadas condiciones del circuito han sido razonablemente positivas, habida cuenta de que no ha tenido ningún problema, pero tampoco ha podido sacar lecturas que le puedan ayudar de cara a plantear una estrategia global para este fin de semana.
Lo más destacable en el equipo rojo fue un trompo de Felipe Massa en los primeros libres, sin consecuencias ni para el piloto ni para el monoplaza. Ferrari planteó el mismo programa para el brasileño y para el español, pero el principal handicap se lo han encontrado en no poder hacer test de carrera en condiciones. Los viernes se dedican a calibrar los mapas motor, pensar posibles estrategias de cara a la clasificación y, por extensión, a la carrera, pero en este caso no ha podido ser. Cuando se secó la pista, ya al final del día, la temperatura seguía siendo demasiado baja como para que los medidores sirvieran de algo, así que ni Alonso ni, por supuesto, Massa sacaron una lectura útil de la primera jornada del campeonato 2012.
No es casual que el propio Stefano Domenicali se acercara a Marc Gené después del banderazo a cuadros y le preguntara: “¿Qué lectura podemos sacar de hoy?”. Muchas dudas, más aún, en Ferrari, aunque si algo se puede sacar en claro es que, parece, que no están tan mal como los más agoreros hacían prever.
Mercedes se reivindica
En los dos años anteriores, se ha mantenido una máxima: Red Bull no enseña los dientes hasta el sábado en la clasificación. En este inicio de 2012 se ha cumplido esa norma, y tanto en los primeros como en los segundos libres, el ‘coco’ Sebastian Vettel no ha pasado del último puesto top ten, y ha acabado con el undécimo y el décimo tiempo de cada tanda de libres. No ha sido una apuesta única del bicampeón, sino que su compañero Webber tampoco ha mostrado todo el pretendido potencial del RB8 en la sinuosa pista de Albert Park. El australiano, uno de los más buscados por la afición local, se lo tomaba con su característico humor: “La madre naturaleza ha jugado un gran papel… Al final, hemos podido salir, pero todavía queda un gran trabajo por delante”. Algo más serio se mostraba Vettel, que destacaba que este sábado tendrán que “encontrar el balance del coche”, y que el tiempo que pasen en pista es importante ahora que el coche está “joven”. No obstante, el bicampeón no escondió su decepción por haberse quedado sin probar lo que quería: “No ha sido una buena mañana”.
Quien parece haber confirmado que ha dado un paso adelante, tal y como había dejado entrever en la pretemporada, ha sido la escudería Mercedes. Michael Schumacher ha acabado la segunda sesión con el mejor tiempo, y aunque es demasiado precipitado colocarle el cartel de favorito siquiera para entrar en el top cinco de la carrera, lo cierto es que el rendimiento de la flecha plateada alemana ha sorprendido a casi todos los allí presentes. No sólo por liderar, en el último instante, la tabla de tiempos, sino por cómo lo ha logrado. Ha sido uno de los más constantes, junto a Fernando Alonso, con los neumáticos de seco, y si la climatología compaña, como está previsto para el resto del fin de semana en Australia, podría colarse en la fiesta de Red Bull y McLaren.
El equipo de Woking ha sido otro de los que, como Red Bull y Ferrari, ha dejado fuera de consideración cualquier tipo de lectura. Jenson Button ha sido el más rápido de la primera sesión con Lewis Hamilton por detrás, pero apenas pudieron rodar en todo el día. De hecho, el campeón del mundo de 2008 estuvo más de una hora con el mono desabrochado, en el box, mirando los tiempos e intentando entrever en qué condiciones llegan sus rivales. Pocas pistas, también en este caso, pudo sacar.
Problemas para HRT
El debut del F112 en pista no ha sido muy halagüeño, al menos para Pedro de la Rosa. HRT no pudo sacar el coche a pista en los primeros libres, y en los segundos, sólo Narain Karthikeyan dio los primeros kilómetros cronometrados del monoplaza español este año. El coche de De la Rosa se acabó de montar prácticamente sobre la marcha, pero las piezas no encajaron correctamente hasta el final. De hecho, el morro del F112 no dejó de dar problemas hasta que, después de una vuelta de instalación, unos problemas hidráulicos dejaron al catalán compuesto y sin rodar.
Algo mejor le fue a Karthikeyan que pudo dar 16 giros al trazado de Melbourne y sacarle un poco de partido al coche con licencia española. Para esta primera carrera todo parece indicar que Marussia volverá a estar por delante, al menos, en la parrilla.
En definitiva, un viernes con pocas lecturas y que sólo sirve de aperitivo de lo que podemos llegar a ver en este Gran Premio de Australia 2012. Lo más picante de la jornada, al margen de alguna salida de pista sin consecuencias, fue el espectacular y vistoso incidente de Kamui Kobayashi justo al final de la sesión. El piloto japonés de Sauber perdió el control de su monoplaza cuando, tras abrir el DRS a la entrada de la recta, pisó ligeramente la hierba. Después de un ‘culebreo’ en sobre el asfalto, demostró un gran control y, como se dice popularmente, unas grandes ‘manos’ para evitar el trompo.