Jenson Button, que eclipsó al actual campeón del mundo Lewis Hamilton entre las preferencias del público inglés, será desde mañana la principal atracción del Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1, mientras se apuran negociaciones para evitar la ruptura en la categoría.
Brawn GP01, que está abrumando con su dominio pilotado por el británico Button, rodará mañana en la pista junto al resto de los monoplazas en los primeros entrenamientos libres, esta vez bajo el frenesí de los seguidores ingleses.
Las preferencias que despierta el líder del Mundial quedaron hoy en evidencia por los resultados de una encuesta: el 76 por ciento de los que participaron consideran que el piloto de Brawn GP «es superior» a Hamilton, quien sólo recibió 14 por ciento de respaldos de los fanáticos ingleses.
«Todos dicen que tiene a disposición un coche estupendo, pero la realidad es que Button se ha mostrado extraordinario, la última carrera que ganó en Turquía fue un alarde de perfección», elogiaba hoy Ross Brawn a su piloto.
Con seguridad, como suelen hacerlo los ingleses, carteles y pancartas que los espectadores expondrán en el histórico trazado mostrarán el giro en el gusto de los hinchas, que meses atrás adoraban a Hamilton, hoy desaparecido bajo la mala temporada de McLaren.
Mientras los monoplazas estén en pista mañana, durante la segunda sesión de libres, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) anunciará la lista definitiva de los inscriptos para el Mundial 2010. Entonces sabremos si la crisis que sufre la categoría se acerca a una solución definitiva o si entra en un callejón sin salida, rumbo a la ruptura y quizás a un Mundial paralelo.
Así difícilmente la actividad en pista pueda acaparar la atención, pues la prensa de todo el mundo estará pendiente del pulso entre Max Mosley y la FOTA. «Nosotros, los pilotos, somos las grandes víctimas del problema que vive la F-1», comentó hoy Mark Webber, molesto por tanto protagonismo de la política en la Fórmula 1.
El aumento en el tope de presupuestario para cada escuderia para la temporada 2010 de Fórmula 1, hasta 100 millones de euros, fue la última propuesta de la FIA para evitar que se cumpla la promesa de escisión de la FOTA. Y retrasar la implantación del límite de 44 millones hasta 2011. Propuesta que fue enviada por Mosley en una carta dirigida a la FOTA para intentar que todos se inscriban sin condiciones. Los equipos, en tanto, estaban reunidos hoy en el cuartel general de Renault, para afinar una postura común a la propuesta.
Una vez más, y con mayor fundamento en Silverstone con sus curvas veloces de radio constante, Brawn es el favorito, ya que esa maravilla de la ingeniería que es su doble difusor trasero le asegura una adherencia que es la clave técnica de su actual superioridad, aunque no la única.
«Llegamos con la seguridad de que seguiremos mejorando, pero la posibilidad de ganar no es realista», declaró hoy el brasileño Felipe Massa, quien contará con una Ferrari F60 con mejoras aerodinámicas, un nuevo alerón delantero y un KERS aligerado.
«Todo eso no basta» para superar a Brawn GP, apuntaba Kimi Raikkonen, el otro piloto de Ferrari. El problema del monoplaza italiano parece estructural, ya que la incorporación del difusor trasero con el Mundial ya comenzado ha mostrado los límites de un coche diseñado y concebido sin el discutido elemento aerodinámico, y los esfuerzos por obtener una mayor
adherencia han dado resultados mediocres.
Una nueva victoria le permitiría a Button acariciar el título mundial, sobre todo porque su inmediato seguidor es su compañero de equipo Rubens Barrichello, y tras lo de Barcelona parece claro que Ross tiene claro a quien debe beneficiar llegado el caso.
Para Button, el campeonato es más factible que batir el récord que en 2004 estableció Michael Schumacher, cuando ganó 12 de los 13 primeros Grandes Premios de aquel Mundial, precisamente con Ross Brawn en la escuderia italiana.
«Se trata de épocas y autos diferentes, aunque también Button tiene frente a sí la posibilidad de hacer historia, porque es inteligente, veloz y un gran trabajador sobre el coche», subrayó hoy Ross Brawn.