La FIA ha realizado modificaciones en las normas que afectan a la colocación de los retrovisores en los monoplazas de F1, que entrarán en vigor a partir del Gran Premio de China 2010, obligando a colocarlos pegados al habitáculo evitando que se usen como elementos aerodinámicos y recuperando su funcionalidad original.
Ante la polémica suscitada durante las sesiones de entrenamientos libres y la clasificación del pasado Gran Premio de Australia 2010, donde los pilotos se obstaculizaron unos a otros por falta de visibilidad a través de sus espejos retrovisores, la FIA ha decidido cambiar la regulación de los espejos.
Los retrovisores se habían convertido en piezas aerodinámicas destinadas a ofrecer cambios en el flujo de aire que atraviesa el monoplaza, lo que provocaba una reducción de la visibilidad de la parte trasera del monoplaza a causa de las vibraciones a las que estaban sometidos.
Mucho trabajo les espera a los equipos antes del Gran Premio de China 2010, que se disputará entre el 16 y el 18 de abril en el circuito de Shanghai, para adaptar los coches a la nueva normativa.
Dos de los pilotos más veteranos de la pista, Pedro de la Rosa y Rubens Barrichello, apoyaban el cambio en los retrovisores en pro de una mejora en la funcionalidad de estos elementos.
«Tienen que volver al monocasco, con el viejo estilo, ya que es la mejor posición para trabajar. Tenemos que concienciarnos de que es una cuestión de seguridad», dijo el piloto de Sauber Pedro de la Rosa.
«Necesitamos una mejor visibilidad, de modo que el cambio podría producirse ya en la próxima carrera», confirmaba el piloto de Williams Rubens Barrichello.