Batalla en Montreal, así se prevén las jornadas que quedan por delante del Gran Premio de Canadá 2012, después de un día de entrenamientos libres repleto de incidentes, salidas de pista e incluso dos banderas rojas. La dificultad del Gilles Villeneuve se mostraron en todo su esplendor durante el primer día de toma de contacto con la pista.
La peor parte se la llevaron Heikki Kovalainen, con un fuerte accidente en los primeros libres, y Bruno Senna, que se estampó contra el hormigón de la curva 13, el archiconocido Muro de los Campeones. Tanto el accidente del Caterham como el del Williams provocaron sendas banderas rojas, que sin embargo no fueron los únicos problemas del día.
Lewis Hamilton demostró que quiere convertirse en el séptimo ganador de la temporada. El británico, que aún no se ha subido al primer cajón del podio -tampoco al segundo- en lo que llevamos de año, fue el más rápido de un día que dejó a las claras que estamos ante una de las temporadas más igualadas de la historia.
No en vano, los trece mejores tiempos de la segunda sesión estuvieron en un abanico de menos de un segundo. Además, y a diferencia de otras ocasiones, varios pilotos lograron su mejor tiempo con neumáticos blandos y no superblandos, que deberían ser los los más rápidos.
En concreto, fueron Vettel (cuarto), Schumacher (séptimo), Hülkenberg (octavo), Rosberg (décimo) y Webber (duodécimo). Si tenemos en cuenta que son cinco pilotos que pueden entrar en la Q3 de este sábado con relativa facilidad, no se debe descartar que aún tengan mucho más que decir de lo que mostraron este viernes. Las mejores bazas, como suele ser habitual, se dejan para el sábado.
Quien, a menos que cambien mucho las cosas, estará peleando por lograr un buen puesto en la parrilla, será Fernando Alonso. El piloto español, que estrena en Canadá la última de las mejoras generales de su F2012 y algunas especificaciones -como un nuevo fondo plano del monoplaza- para este circuito, ha acabado a poco más de cinco centésimas del tiempo de Hamilton, y se ha mostrado muy competitivo durante toda la jornada.
Dado que estrenaba algunas partes nuevas, los ingenieros de Ferrari han decidido impregnar su coche con parafina durante prácticamente todo el tiempo que ha estado en pista, para recoger la mayor cantidad de información de cara a la clasificación de este sábado y, sobre todo, para el domingo.
También su compañero, Felipe Massa, ha tenido esa sustancia en su alerón trasero. El brasileño está muy confiado en lograr un buen resultado, y ha conseguido el tercer tiempo del día, algo muy esperanzador de cara a la lucha por entrar en la Q3, el objetivo más realista para el segundo piloto de Ferrari.
Quien sí ha tenido problemas este viernes, ha sido precisamente el piloto que venció en la maratoniana prueba de 2011: Jenson Button. El británico de McLaren apenas pudo rodar durante 20 minutos en la segunda sesión debido a una fuga de aceite en su coche, que le obligó a cambiar la caja de cambios.
Los problemas de uno de los pilotos que deberían luchar por victorias se suceden, y Button no está pasando su mejor momento deportivo. McLaren parece el coche más fuerte de cara a este fin de semana, pero mientras Hamilton no ha cometido apenas errores ni ha sufrido percances -más allá de algún susto, como una pasada de frenada justo al final que casi le deja estampado en el muro-, al campeón de 2009 no le ha permitido rodar.
Aunque para problemas, los que ha sufrido un mecánico de HRT. El equipo español, deportivamente, debe estar satisfecho, ya que Pedro de la Rosa sorprendió con un buen vigésimo primer tiempo, superando a los Marussia y marcando la máxima velocidad en el speed trap, con 324 km/h.
Sin embargo, uno de sus mecánicos sufrió un percando al final de la primera sesión, cuando el propio De la Rosa le golpeó con su alerón delantero haciendo un simulacro de pit stop. El mecánico fue trasladado al hospital y todo se quedó en un susto, pese a que pasará la noche en observación por precaución. El propio director técnico de la escudería, Toni Cuquerella, confirmó el mecánico tiene dolores por el golpe, pero no tiene lesiones graves.
Mientras Cuquerella hablaba, la lluvia que amenazó durante toda la jornada hizo su aparición. El circuito Gilles Villeneuve se inundó con una tromba de agua espectacular, que afortunadamente no pilló a los pilotos rodando.
Hay que recordar que el año pasado la carrera duró más de cuatro horas, entre que se dio la salida y la bandera a cuadros, debido a una tormenta que asoló el trazado canadiense. No está previsto que esto vuelva a suceder este año, así que deberíamos tener una clasificación y una carrera tranquila, en el aspecto meteorológico, al menos.