El Dr. Helmut Marko, asesor del equipo Red Bull, afirma que todo el ruido que se ha creado en el paddock y ese halo de tramposos con el que se pretender rodear al equipo Red Bull están alimentados por los celos de sus equipos rivales, sobre todo por el hecho de que no son un equipo de carreras tradicional.
En lo que llevamos de campeonato 2012, con once carreras ya disputadas de las veinte previstas, los vigentes campeones han estado en el centro de la mayor parte de las polémicas técnicas que ha vivido esta temporada la F1.
Esto incluye los agujeros en el suelo, los bujes de las ruedas, los mapas de motor y, el más reciente de los descubrimientos, el ajuste manual de la amortiguación, donde, además, los rumores hablan de que la FIA sospecha de que hicieron modificaciones en el parque cerrado.
El jefe del equipo Christian Horner se mostró visiblemente enfadado esta semana por todas las noticias que aparecieron en la prensa alemana y calificó todas estas historias como autentica basura (en realidad utilizó un término mucho más fuerte).
Y el austríaco Helmut Marko, mano derecha del dueño del equipo Dietrich Mateschitz, negó en una entrevista a la emisora alemana RTL que Red Bull sea demasiado «agresivo» cuando se trata de interpretar las normas.
«Somos más creativos», dijo. «Trabajamos dentro de la normativa, pero, por supuesto, también buscamos el modo en que podemos aprovecharlo mejor para nosotros».
Marko dijo que «otros equipos», simplemente, no son tan buenos como lo es Red Bull en ese frente: «Cuando nos ven hacer algo, tratan de copiarlo o de de prohibirlo».
«Los celos y la envidia que vemos en el paddock es porque hemos ganado durante los últimos dos años sin ser un equipo de carreras tradicional», añadió el austríaco.
«Creo que esto ha alimentado el resentimiento y estos intentos de perturbarnos de algún modo», dijo Marko.
A pesar de que la opinión de Marko puede ser ampliamente discutida, en lo que tiene razón es que ver ganar a un equipo que tiene como base de su negocio la fabricación y distribución de bebidas energéticas no puede sentar bien entre los fabricantes de coches.