Otra clase magistral de Vettel en Monza

Vettel Alonso Webber podio Monza 2013A quien lo da todo, no se le puede exigir más. Esa es la sensación que queda tras ver la actuación de Fernando Alonso ante un público que atronó al español cuando subió al podio del Gran Premio de Italia 2013, tras haber quedado segundo.

No tuvo opción a más: Sebastian Vettel estuvo en otro mundo durante toda la carrera, como había estado el resto del fin de semana. El alemán sumó este domingo su victoria número 32 e igualó, precisamente, las conseguidas por el asturiano en toda su carrera deportiva. Su ritmo imposible de seguir, un Red Bull que ni siquiera con problemas en el alerón delantero falló, y un control absoluto sobre la situación, permitieron a Vettel dar un paso más hacia un cuarto campeonato que nadie duda ya.

Y eso que la salida del piloto germano no fue de las mejores del día, porque ese papel lo ejercieron los pilotos de Ferrari. Tanto Fernando Alonso como un sorprendente Felipe Massa sacaron lo mejor de sí para, desde el inicio, dar una alegría a los miles de ‘tifosi’ que les pedían una reacción tras el vodevil vivido en la clasificación. Sorprendente fue ver, sobre todo, la arrancada del brasileño. Cuando más se está cuestionando su continuidad en la ‘Scuderia’ -los últimos rumores apuntan a que esta misma semana se anunciará el fichaje de Kimi Räikkönen-, realizó una salida impecable para colocarse en segunda posición por detrás de Vettel. Mientras, Fernando Alonso hacía lo propio y se colocaba a rueda de un Mark Webber que, como suele ser habitual, perdió posiciones desde la meta. Con el australiano enfrente, Alonso se dio cuenta de que no podía perder tiempo y sacó lo mejor de sí para pasarle. Para la posteridad de este campeonato queda la imagen de Alonso pasando a Webber en la segunda ‘chicane’ de Monza, arriesgándose a un accidente. No en vano, rompió con su neumático trasero uno de los ‘flaps’ del alerón delantero del Red Bull del australiano. Después de un conveniente paso a un lado de Massa, Alonso se colocó inmediatamente en segunda posición y comenzó una incesante persecución hacia Vettel. No llegó a él, pero no fue por no intentarlo.

La estrategia, en manos de Alonso

En un fin de semana en el que los mensajes de radio entre miembros de Ferrari han cobrado especial protagonismo, uno de Alonso a su ingeniero de pista dejó claro el status del piloto asturiano dentro de la escuadra de Maranello. Justo después de que Vettel entrara en boxes para hacer su pertinente cambio de neumáticos, Alonso comenzó a mejorar sus cronos y avisó a sus ingenieros: «Mientras siga haciendo verdes -mejorando tiempos parciales-, no me pidáis que entre a boxes». Alonso asumía la potestad de controlar la estrategia de carrera, por encima de los responsables técnicos del equipo.

La solución parecía que podía dar resultado. La idea de Alonso, apoyada por Ferrari, era que podía resistir el ritmo de Vettel para pasarle al final de carrera, cuando esas tres vueltas de más que se mantuvo el español en pista le podían dar ventaja suficiente desde el punto de vista del rendimiento de los neumáticos. Pero no funcionó. Con el nuevo juego de gomas, Vettel no solo no perdió tiempo, sino que aumentó su ventaja sobre el asturiano.

Conforme pasaban las vueltas, más claro quedaba que Alonso no iba a poder alcanzar al alemán, y que además Webber se estaba convirtiendo en una amenaza creciente. Tanto fue así que, en el último tercio de la prueba, el español estaba más pendiente de sus retrovisores que de lo que tenía por delante. Webber se le acercó hasta incluso enseñarle el morro, pero el asturiano resistió como un león -palabras de su ingeniero después de la prueba- y, finalmente acabó segundo, tal y como estaba previsto.

En una de las carreras más estables de la temporada, máxime teniendo en cuenta que se trata de un trazado como el mítico Monza, los incidentes llegaron por detrás. Así, Paul Di Resta tuvo que abandonar por embestir por detrás a otro piloto, mientras que Kimi Räikkönen se quedó sin opciones de remontada al tocarse en la salida con un McLaren. Eso no evitó que se le viera envuelto en algunas peleas con, por ejemplo, Lewis Hamilton. El inglés, al que le pesó demasiado la clasificación del sábado, tampoco estuvo a la altura de lo esperado y quedó noveno, dos posiciones por delante del finlandés.

Ellos son dos de los corredores que quedan ya descartados, salvo milagro, de la lucha por el título. También puede considerarse fuera un Alonso al que aún le queda alguna opción, si bien cada vez más lejana. Vettel sale de Monza con 53 puntos de ventaja, lo que supone que puede permitirse fallar en dos carreras y aún seguiría al frente de la clasificación general. La realidad golpea con crudeza: ya queda una carrera menos para el cuarto título de Vettel.

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