El heptacampeón Michael Schumacher fue este domingo el protagonista, esperemos involuntario, de cadena de sucesos que se parecían más a una comedia absurda que a un Gran Premio de F1, el veterano piloto alemán estropeó su carrera en Hungaroring incluso antes de que se pusiese en marcha.
La carrera de Hungría este domingo comenzó con una salida abortada, algo que no se veía en una carrera de F1 desde hacer mucho. Charlie Whiting, director de carrera, decidió abortar la salida porque había un coche que no estaba en el sitio correcto, Schumacher había parado su flecha de plata en el hueco equivocado.
«Le dije por radio a boxes que él estaba en mi sitio», dijo el piloto de Caterham Heikki Kovalainen que se clasificó decimonoveno, dos puestos por detrás de Schumacher.
El piloto de HRT, el español Pedro de la Rosa, segundo por la cola en parrilla, también dijo que notaba que algo estaba mal.
«No sabía quién era el culpable, yo sólo sabía que yo estaba en la posición equivocada», dijo el piloto catalán.
Hasta aquí un error que puede cometer cualquiera de los que están en parrilla en un momento dado, pero en este punto se inició el guión de los absurdo. Cuando el Kaiser vio que Whiting había abortado la salida, apagó el motor de su Mercedes.
El resto de la parrilla, simplemente se preparó para otra vuelta de formación, lo que dejó parado a Schumacher en la parrilla de salida y tuvo que ser empujado hasta boxes por los comisarios, donde volvieron a arrancar su monoplaza.
Y cuando le preguntaron a Schumacher el motivo por el cual había apagado su motor dijo: «Solíamos hacerlo siempre así».
Desde luego oye campanas pero no sabe donde tocan, hasta el año 2005 cuando se abortaba una salida, se retrasaba la salida cinco minutos, pero desde 2006, la última temporada que Schumacher disputó con Ferrari, se cambió por el actual formato de segunda vuelta de formación a descontar del total de vueltas de carrera.
Y por si esto no era ya suficiente para completar un mal fin de semana, el piloto alemán salió demasiado rápido de la calle de boxes, a 111,4 km/h le pilló el radar de la FIA, lo que le acarreó un drive-through como penalización.
«Hoy ha sido, obviamente, una de esas carreras que no te apetece recordar», dijo el heptacampeón, que finalmente tuvo que retirarse por un problema mecánico en su monoplaza.
Ahora quedan por delante cinco semanas de parón en la F1, tiempo para reflexionar y para asentar ideas. La primera de ellas quizás deba ser si seguir o alejarse de los trazados a final de temporada, su contrato finaliza y se especulaba con que habría una respuesta al llegar a Spa.
Pero Norbert Haug, vicepresidente de Mercedes Motorsport, descartó esos planes, a pesar del simbolismo que tiene el trazado belga en la carrera del heptacampeón, escenario de su debut en F1 en 1991 y de su primera victoria en 1992. Y por el momento se mantiene el récord de victorias con seis logradas en 1992, 1995, 1996, 1997, 2001 y 2002.
«Dudo que haya un anuncio en Spa. Esto va a necesitar un poco más», dijo el directivo de Mercedes a la agencia de noticias alemana SID, por lo que parece que estas cinco semanas sin Grandes Premios serán para descansar y dejar para la vuelta en septiembre los asuntos de contratos.