El compuesto más blando de Pirelli, el C5, se estrena en el circuito urbano de Mónaco este fin de semana. Así la goma más blanda de la última carrera, el C3, se pintará ahora de blanco para marcar el neumático más duro para la carrera en el principado.
En Mónaco no solo veremos la vuelta más corta del año con la velocidad media más baja, sino que también tiene la curva más lenta de toda la temporada. Por eso los equipos llegarán con el paquete con mayor carga aerodinámica, montando un alerón delantero y trasero específicos para equilibrar los niveles de carga.
Esta carrera también obliga a hacer ajustes en la dirección para poder proporcionar el bloqueo adicional necesario para sortear la horquilla Fairmont. Y por supuesto, veremos a los monoplazas ir equipados con apéndices aerodinámicos a medida del revirado trazado de Montecarlo.
Con poco espacio entre cada curva los pilotos no tendrán problemas para calentar las gomas, especialmente el más blando C5, y ponerlo en la ventana operativa ideal para lanzar su vuelta. Aunque habrá que estar atento al tráfico con un circuito tan corto.
Pero el principal problema al que se enfrentan los equipos es la propia pista. El tradicional día festivo de los viernes obliga a pasar los entrenamientos libres al jueves y la pista vuelve a estar abierta al tráfico, lo que la vuelve resbaladiza a causa de la suciedad que se acumula. Eso junto con un nivel de rugosidad de los más bajos de la temporada hacen que veamos a más de un coche deslizarse por las calles de Mónaco.
Mónaco es, tradicionalmente, una carrera de una sola parada, con una ventana de parada en boxes bastante amplia durante la que se puede realizar el cambio de gomas. En 2019, cuando se corrió aquí por última vez, Hamilton ganó con una estrategia de blandos y medios haciendo su parada bajo el coche de seguridad en la vuelta 11.
«Mónaco es único, su ausencia en el calendario desde 2019 solo enfatiza sus características específicas y por eso estamos más contentos de volver allí», dijo el director de competición de Pirelli.
«El agarre mecánico es clave para el éxito al igual que la clasificación y la estrategia, con la reconocida dificultad para adelantar. Esto pone el acento firmemente en la posición en pista, y los pilotos tienen que sacar el máximo provecho del neumático C5 en la clasificación», añadió Mario Isola.
«La estrategia tiene que ser reactiva, con los equipos haciendo sus paradas en el momento que les da la máxima ventaja en la pista, gracias también a una amplia ventana de paradas en boxes como resultado del muy bajo desgaste y degradación de los neumáticos».