La figura de Max Mosley, ex presidente de la FIA y amigo personal de mandamás de la F1 Bernie Ecclestone, controvertida desde su infancia por nacer en el seno de una familia fuertemente vinculada con el movimiento nacional socialista alemán, sigue ligada a los escándalos a pesar de sus 72 años y de mantenerse apartado de la primera línea.
Al «affair» sadomasoquista de índole nazi con varias prostitutas y la trágica muerte de su hijo mayor por sobredosis, se les une ahora las declaraciones de David Davis, un diputado del parlamento británico y antiguo presidente del Partido Conservador al diario inglés Daily Mail.
En ellas, asegura que el director ejecutivo de la Formula1, Bernie Ecclestone, le hizo una oferta económica antes de las elecciones del 2005, para que su amigo Mosley obtuviese un escaño de los conseguidos por el partido que por aquel entonces dirigía.
La oferta le llegó a través de Sir Alan Curtis, ex-presidente de Lotus Cars, «Curtis me dijo que el señor Ecclestone quería ayudar a Mosley a obtener un escaño, y que si se lo entregábamos, podíamos esperar una seria contraprestación».
El político, dice haber desechado la propuesta «le dije simplemente que nosotros no hacíamos ese tipo de cosas. Después de eso, no he oído nada más de él».
Las tres personas mencionadas por Davis, ofrecieron su versión de los hechos. Alan Curtis reconoció las reuniones, pero negó cualquier oferta económica, «las reuniones se llevaron a cabo, pero yo no dije que Ecclestone apoyaría económicamente al partido».
Mr E (como se conoce popularmente a Bernie Ecclestone), recurrió a su habitual ironía para salir airoso, «sé que hubo reuniones, pero ni me imagino lo que pasó. No sabemos si el señor Davis está diciendo la verdad, ¿o sí?
El propio ex-presidente de la FIA, Max Mosley, preguntado por el tema, dijo que «sería una idea maravillosa, pero no tiene nada que ver con la verdad en lo que a mí respecta».