Bernie Ecclestone ha salido a la palestra para negar rotundamente que el pasado fin de semana no asistiese al Gran Premio de Alemania disputado en el trazado de Hockenheim, a pesar de tener reuniones de negocios programadas, porque tuviese miedo a un hipotético arresto por el caso de los sobornos.
El motorhome del director ejecutivo de la F1 estaba en el paddock de Hockenheim, pero el millonario británico de 81 años no se presentó, en medio de rumores que hablaban del riesgo que suponía aparecer por Alemania ante la posibilidad de que los fiscales alemanes dictasen una orden de arresto por el caso de sobornos que ha llevado a Gerhard Gribkowsky.
Ecclestone niega que temiese ser arrestado: «Tuve una reunión en Londres con la gente del Comité Olímpico y también con las televisiones de Estados Unidos».
«Yo no podía llevarlos conmigo a Hockenheim», insistió el patrón de la F1 en declaraciones al diario alemán Bild. «Además, mi hija Tamara tenía algunos problemas personales en los que tenía que ayudar, pero no quiero entrar en eso».
Negó también que le hubiesen avisado, desde fuentes de la justicia alemana, de que iba a ser detenido: «No, nadie me dijo que iba a ser detenido».
Pero con Gribkowsky ahora en la cárcel, con una condena firme, por recibir sobornos de Ecclestone en la venta de las acciones de F1, los temores de ser arrestado en Alemania tienen que llegar tarde o temprano.
«Supongo que las autoridades alemanas me avisarían de antemano. Probablemente actuarían de otra manera si fuese un caso de asesinato o un terrorista», dijo Ecclestone, quien añadió que podría volar pronto a Alemania.
«No estoy seguro cuando, pero podría ser muy pronto. Quiero conocer a la gente del circuito de Nurburgring. Queremos ver si podemos ayudarlos», añadió en relación a la situación de crisis económica por la que atraviesa el circuito alemán.