Bernie Ecclestone dice que no asistirá al funeral de la leyenda de la F1 Niki Lauda el miércoles.
Habiendo fallecido el lunes pasado, Lauda, de 70 años, será enterrado con su traje de carrera después de un funeral en una catedral gótica de Viena.
Se espera que Toto Wolff pronuncie un discurso, y Lewis Hamilton responde «por supuesto» cuando se le pregunta si él también estará allí.
Pero Ecclestone, el ex supremo de la F1 y amigo de toda la vida de Lauda, no está haciendo una excepción a su política habitual de los funerales.
«No quiero ver a Niki muerta. Él vive para mí», dijo el periódico de Bild, de 88 años.
La ausencia de Ecclestone no es porque la pareja no fuera amiga. Lauda condujo una vez para su equipo Brabham, y la gran gorra de Austria, para ocultar sus quemaduras faciales, adquirió su color icónico mientras trabajaban juntos en el equipo de librea roja en 1978.
Ecclestone le dijo a Bild esta semana: «Fabiana y yo visitamos a Niki en la clínica en Suiza a fines de abril. Pudimos ver cuán débil estaba.
«Sabíamos que no volvería a la vida normal».
Ecclestone recuerda que también vio a Lauda meses antes para las vacaciones de Navidad en Ibiza, cuando el trasplante de pulmón parecía haber sido un éxito.
«Las cosas parecían ir bien, pero Niki de repente empeoró», dijo.
«Tan triste como todos estamos, creo que fue bueno para él al final que no tuvo que sufrir más que él».