En Hungría el jueves, estaba claro que el estado de ánimo de Nico Hulkenberg no había mejorado significativamente desde que salió de la carrera húmeda de Hockenheim hace solo unos días.
El alemán parecía listo para poner fin a su poco envidiable récord como el piloto de Fórmula 1 más veterano sin un solo podio.
Y con la finalización de su contrato con Renault, el momento no podría haber sido peor.
«Cuando Nico está a punto de lograr grandes cosas, parece sabotearse a sí mismo», dijo su jefe, Cyril Abiteboul, al Auto Hebdo de Francia.
«Seamos sinceros, en este momento estamos comprobando las opciones que tenemos para el futuro, y Nico lo sabe».
Abiteboul dijo que después de tres años con Hulkenberg, de 31 años, en Renault, expulsarlo sería «muy emotivo». Esteban Ocon es el favorito para reemplazarlo.
Con eso en mente, Hulkenberg admitió en Budapest que en los pocos días transcurridos desde Hockenheim, «mi estado de ánimo no era demasiado bueno».
Cuando RTL le preguntó sobre su futuro, el piloto de Renault dijo: «Los buenos resultados ayudan, por supuesto, pero cualquiera con buenos ojos y sentido común también vio las 40 vueltas que hice antes de eso (choque).
«Y creo que fueron un muy buen anuncio para mí».
Hulkenberg, quien dijo que está seguro de que su futuro está «en la Fórmula 1», culpa del accidente al asfalto helado de Hockenheim.
Eso a pesar del hecho de que el director de la carrera, Michael Masi, dice que no hubo nada malo en la segunda vuelta.
«Lo vi (a Masi) esta mañana y le pregunté si sabía eso», dijo Hulkenberg al periódico Bild después de descubrir que el asfalto podría haber sido pintado de negro para cubrir un logotipo de patrocinio.
«La carrera nos fue robada por esta segunda vuelta, que no era normal para la Fórmula 1», insistió.
«En este caso, el precio del error que cometí fue desproporcionado», dijo Hulkenberg. «En cualquier otra esquina no hubiera pagado con toda la carrera».
«Es una broma realmente mala».