El martes se iniciaron tres días de entrenamientos oficiales de F1 en el trazado italiano de Mugello, la primera vez en muchos años que hay entrenamientos durante la temporada, prohibidos como forma de ahorrar costes, y en una pista rara dentro del mundo de la F1, aunque los aficionados de la Toscana han respondido positivamente acudiendo al trazado.
Algunos equipos querían que la sesión de tres días se hiciese en Montmeló, lo que supondría un ahorro de dinero ante la cercanía del Gran Premio de España 2012, que se disputará en el trazado catalán entre el 11 y el 13 de mayo. Pero Ferrari ha presionado duro, incluso renunciando a las tasas de alquiler del trazado, para conseguir el visto bueno y que la F1 entrenase en Italia.
A pesar de que ayer el día no comenzó demasiado bien por el clima, los aficionados, según informan unos 25.000 visiblemente bastantes más que en Bahrein, han acudido al trazado para seguir de cerca la evolución de los entrenamientos.
«Esta es mi primera vez aquí», dijo Sebastian Vettel, cuyo compañero de equipo Mark Webber, se puso en primer lugar al volante del Red Bull el martes. El australiano terminó con el segundo mejor crono tras Fernando Alonso.
«Una vez participé en una carrera aquí», dijo. «Pero es demasiado rápido (para la F1)».
De hecho, de los trazados que se usan para los Grandes Premios, sólo Monza es más rápido. Pero el piloto de Mercedes Nico Rosberg ve a Mugello como un buen sitio para la F1.
«Del 1 al 10, yo le daría un ocho y medio», dijo el piloto alemán
Es una prueba importante para Ferrari, pero, al contrario de lo que se suponía hasta ahora, no habrá un coche B.
Alonso dijo a La Gazzetta dello Sport que Mugello y Barcelona, el próximo fin de semana, no van a hacer o deshacer el campeonato de Ferrari.
«Tenemos que avanzar carrera tras carrera», dijo el piloto español, «Si lo hacemos mal en Barcelona, esto no significará que la temporada haya terminado».