«Para ganar en Valencia, necesito un poco de suerte», afirmó Fernando Alonso, tras lograr el mejor tiempo en la segunda sesión de libres del Gran Premio de Europa de Fórmula 1 que se correrá el domingo.
Alonso, en una pobre temporada y alejado de la lucha por el título, sostuvo que sino comete errores puede tener la posibilidad de vencer, aunque aclaró que eso «también dependerá de otros factores».
Triste, sin ganas de hablar y desprovisto de su habitual locuacidad con los periodistas, Alonso comentó que la jornada de este viernes fue «sumamente positiva».
El piloto español, con gesto adusto y sin sonrisas, demostró no haber absorbido el profundo dolor que sintió por el fallecimiento el miércoles pasado de su abuela materna, María Luisa Martínez López, de 78 años de edad.
En más de una ocasión, Alonso había dicho que ella «había sido su guía», tanto en su vida privada como profesional.
Cuando el piloto atravesaba momentos de tensión en McLaren por la hostilidad del equipo inglés, fue doña María la que le aconsejó: «Vete de allí en cuanto puedas».
Junto con su esposa, y antes de viajar a Valencia, Alonso había asistido a los funerales de su abuela, que tuvieron lugar en Oviedo. «Estaba profundamente afectado, el deceso lo impactó con dureza», declaró un allegado del piloto.
Sin profundizar en las condiciones del coche con las que afrontó los entrenamientos y obtuvo el mejor registro, Alonso se limitó a decir que el Renault R29 en sus manos «respondió bien desde el principio al final». No obstante, avisó que el coche tiene «cierta inestabilidad en las frenadas».
En cuanto al choque que tuvo con el BMW de Nick Heidfeld, Alonso le restó importancia pese al fastidio del alemán. «Fue un episodio normal de pista, él parecía entrar en la calle de boxes pero en el último momento corrigió su trayectoria y no tuve tiempo de evitarlo», explicó Alonso.
«Tuve buenas sensaciones, pero la clave está en la clasificación de mañana, si logro salir delante pienso que podré luchar por el triunfo», concluyó.