Con casi una semana consumida desde el Gran Premio de Hungría, a la F1 todavía le faltan cuatro semanas más para ponernos ante el Gran Premio de Bélgica 2012, que se disputará a principios de septiembre en el mítico trazado de Spa-Francorchamps, así que es momento para las vacaciones.
Entre los más deseosos de iniciar ese descanso, probablemente esté el piloto de Lotus Romain Grosjean, pues recientemente contrajo matrimonio: «Creo que es tiempo para una luna de miel».
Pero no todos están tan dispuestos, a pesar de que estamos ante uno de los calendarios más arduos de la historia con once carreras disputadas hasta la fecha en el espacio de cuatro meses, recorriendo cuatro continentes.
Pero llega agosto y toca parar, incluyendo el estricto cierre de dos semanas de las fábricas recogido en las normas. Tras el parón veraniego, llegará, en septiembre, de nuevo la acción a las pistas y habrá por delante nueve carreras comprimidas en tres meses.
«¿Si estoy deseando que llegue el descanso? Si», afirmó con rotundidad el heptacampeón Michael Schumacher a Sport Bild. «¿Si me siento como si necesitase con urgencia unas vacaciones? No necesariamente».
El piloto de Force India Nico Hulkenberg, está de acuerdo ene que es necesario algo de descanso, aunque ve excesivo todo el tiempo previsto entre la carrera de Hungaroring y la de Spa.
«Voy a ir a visitar a unos amigos en Alemania», dijo el piloto. «Sin embargo, ¿cuatro semanas? Con dos hubiese sido suficiente».
El piloto de Marussia Timo Glock también estaría encantado de pasar directamente a Bélgica: «Pero creo que para los mecánicos es muy bueno».
Lewis Hamilton también está de acuerdo, el descanso es más que necesario para el resto de integrantes de la escudería: «El equipo está viajando sin parar y trabajan durante muchas horas lejos de sus familias».
«Así que es un momento importante para que se vayan a descansar y relajarse, para estar preparados para la segunda mitad de la temporada que va a ser más intensa».
Durante ese cierre de 14 días que recoge el reglamento, incluso los proveedores de los equipos no podrán hacer ningún trabajo para sus clientes de F1, mientras que a los miembros de los equipos les está prohibido incluso acceder a los servidores oficiales de correo electrónico.
A la gente de marketing y de prensa, así como el trabajo de logística y el mantenimiento de las fábricas y las máquinas, es posible, pero sin duda es muy difícil mantener al ralentí a las miles de mentes activas de la F1.
«Se basa en la confianza», dijo el director del equipo Sauber, Beat Zehnder a la revista alemana Auto Motor und Sport cuando le preguntaron como se vigilará ese descanso.