Kimi Raikkonen admitió, tras su décimo puesto, que Ferrari «no podía hacer más» en el Gran Premio de Singapur, donde su compañero de equipo, Giacarlo Fisichella, terminó en decimo tercera posición y dejaron a la escudería italiana sin sumar puntos por primera vez tras diez carreras.
«El monoplaza patinaba en todas las curvas porque no teníamos adherencia. En la última parte, con los neumáticos super blandos, la situación mejoró un poco pero ya era demasiado tarde», afirmó Raikkonen, que cada vez parece más cerca de ceder su asiento en Maranello a Fernando Alonso para la temporada 2010.
El piloto finlandés habló también sobre sus escasas aspiraciones para la próxima carrera, que llevará a la Fórmula 1 al Gran Premio de Japón, en Suzuka el próximo fin de semana.
«No espero una situación diferente, Suzuka es una pista muy difícil bajo el perfil aerodinámico y nosotros tenemos problemas precisamente en este apartado. Pero intentaremos hacerlo lo mejor posible», señaló Raikkonen.
La decepcionante actuación del finlandés y de Fisichella permitió a McLaren reducir en doce puntos la distancia en el Mundial de Constructores, diez puntos por el triunfo de Lewis Hamilton y dos por el séptimo puesto de Heikki Kovalainen en el segunda carrera nocturna de la historia de la Fórmula 1.
Fisichella reconocía que no se realizó una actuación a la altura de Ferrari y resaltó que fue de una carrera «muy dura tanto física como psicológicamente». «No lograba mantener el monoplaza en pista por la escasa adherencia que tenía. Al final, con la gomas super blandas mejoró el comportamiento del coche y pude hacer algunos buenos tiempos», agregó. El italiano descartó hacer pronósticos para Suzuka por la irregularidad que presentan los coches.