Felipe Massa, devolvió el entusiasmo perdido a Ferrari, con su primer podio del año en Nurburgring y se animó a afirmar que la casa italiana «puede aspirar a más» en las ocho carreras que le faltan al Mundial 2009.
«Ahora se ven las cosas desde una óptima diferente», comentó el brasileño, tercero en Alemania detrás de los Red Bull de Mark Webber y Sebastian Vettel.
Los límites aerodinámicos que todavía presenta el monoplaza de Ferrari fueron compensados con creces por el excelente manejo de Massa y el oportuno uso del KERS (sistema que recupera la energía de las frenadas), que le da 70 caballos más de potencia.
«Salí con más combustible a bordo y con las gomas blandas, que son las que entran más rápido en temperatura con un día frío como hoy, y el objetivo era hacer un primer stint muy agresivo, retardando todo lo posible el pit-stop inicial», explicó el brasileño.
Cerca de él, Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo, cinco con la firma de Maranello, dijo que «la táctica de hoy fue perfecta».
El plan se cumplió a la perfección, pues Massa, pese a tener un coche 30 kilos más pesado por el KERS, se aupó al cuarto puesto tras una salida impecable y, después de la ronda de paradas en boxes, se hizo con el tercer puesto que retuvo sin mayores esfuerzos hasta el final.
«Me faltaba subir al podio y eso se estaba empezando a transformar en una obsesión», admitió Massa.
«Ahora tenemos conciencia de que hemos trabajado en la dirección justa y que podemos aspirar a más», completó entusiasmado, pese a que el sábado había dicho que sólo aspiraba a un quinto puesto.
«Tuve un buen ritmo y hasta podría haber atacado a Sebastian Vettel por el segundo puesto, al fin y al cabo terminé solo cinco segundos por detrás de él, pero para eso habría debido anticipar la primera parada», indicó el brasileño.
Un contraste con Massa entregó el otro piloto de Ferrari, Kimi Raikkonen, a quien algunos sectores de la prensa dicen que abandonará la Scuderia el próximo año para que desembarque Fernando Alonso en la escudería italiana.
«Se estaba fundiendo el motor», se limitó a decir Raikkonen al explicar su abandono, después de haber tenido un toque cuando salía de boxes con el Force India del alemán Adrian Sutil, al que le dobló el ala anterior.
Según un vocero de Ferrari, la retirada del finlandés se debió a una piedrecita que, en la fase inicial de la carrera, se incrustó en el radiador y provocó una pérdida de agua.
«Kimi era séptimo pero preferimos llamarlo y evitar así que el motor se rompiese», fue la versión oficial de Ferrari.