Ferrari ha vuelto a criticar la política de inclusión de nuevos equipos en la parrilla de la Fórmula 1 y ha lanzado un duro ataque contra el ex presidente de la FIA Max Mosley y las nuevas escuderías, incluyendo a Stefan GP que sigue al acecho para lograr un puesto en la parrilla de esta temporada.
El famoso equipo italiano se ha mostrado crítico con la visión de Max Mosley de rebajar el coste de tener una escudería en la F1, agregando con malicia que la llegada de nombres desconocidos a la parrilla harán que este deporte se gane el sobrenombre de «Formula GP3».
En referencia a los dos equipos que ya han logrado hacer su debut en pista, Virgin y Lotus, desde Ferrari se apunta a que están rodando a un «ritmo mucho más lento», lo que supone un ataque sin precedentes entre equipos de la parrilla.
De acuerdo con un artículo publicado en la página web oficial de la Scuderia, el equipo español Campos se ha beneficiado de una inyección de efectivo de un «generoso caballero» para lograr un rescate que los podría relegar a un «papel de leal vasallo». A USF1 los ven desaparecidos, a pesar de que según Ferrari todavía tienen la desfachatez de decir que «todo va sobre ruedas». Ferrari recomienda a los medios que para contactar con Peter Windsor y Ken Anderson se pongan en contacto con «Missing Persons».
Pero las críticas más duras estaban reservadas para Stefan GP, a los que calificó como «los buitres de Serbia», que «recogieron los huesos de Toyota en su lecho de muerte». Y en clara referencia al despedido Mike Coughlan decía que el equipo ya empieza con algunos miembros relacionados con «escándalos en el pasado».
«Este es el legado de la guerra santa emprendida por el ex presidente de la FIA», dijo Ferrari. «En contrapartida, hemos perdido a dos fabricantes por el camino, BMW y Toyota, mientras que de Renault no queda mucho más que el nombre. ¿Realmente ha valido la pena?».
(GMM)