No será hasta el 10 de marzo cuando veamos el nuevo coche de Ferrari, y dos días después lo veremos en la pista de Bahrein para los tests de pretemporada. No será hasta el 27 de marzo, con la primera clasificación del año, cuando veamos si realmente el Ferrari SF21 ha recuperado su competitividad.
Hoy sólo ha sido el comienzo, la puesta de largo para Carlos Sainz que se une al equipo, aunque ya lleva un par de meses de intenso trabajo con los ingenieros de Maranello, y ya ha salido ha pista dos veces, en un tests privado en Fiorano en enero y esta misma semana en Jerez de la Frontera en los entrenamientos con las ruedas de 18 pulgadas que Pirelli introducirá en 2022.
Mattia Binotto ha ejercido de maestro de ceremonias para explicar que el equipo tiene por delante grandes retos que afrontar. Con una nueva alineación de pilotos y con el trabajo en el coche de 2022 ya en marcha, esta temporada quiere que «cualquier punto débil se convierta en una oportunidad para el equipo».
Ha destacado que tienen la alineación más joven de la Scuderia desde 1968, con Carlos y Charles Leclerc, destacando que quieren construir su futuro «en torno a ellos».
También habló el jefe de filas de Ferrari del nuevo límite presupuestario que entra en vigor este año, y que a un equipo como este le afectará de lleno. La congelación de normas para esta temporada ayudará a paliar en parte el enorme gasto que supone desarrollar un monoplaza de Fórmula 1 y les permitirá un aterrizaje más suave en ese límite.
Ayer mismo la escudería anunciaba una nueva reestructuración del departamento técnico, que contará con cuatro áreas y con un departamento de chasis del que dependerá el equipo de pista de Fórmula 1. Un paso más en la búsqueda de resultados que tango ansía el equipo.