Según parece en el equipo de Maranello no están nada contentos con las últimas declaraciones del asesor de Red Bull, Helmut Marko, acusando a Ferrari de incumplir las normas «durante un año» al usar un sistema de ajuste manual como el que la FIA les pidió a ellos que retirase en Canadá.
Frustrado por las constantes controversias técnicas en las que se ha visto envuelto Red Bull en 2012, Marko dijo esta semana que en realidad no entiende tanto alboroto por este asunto, pues en «Ferrari utilizaron algo así durante un año». El austríaco no se mordió al lengua la hablar acerca de la última polémica de su equipo y puso en el punto de mira a Ferrari.
El tema de conversación en el paddock de Hungría giró en torno a la solicitud de la FIA para que se eliminase del RB8 un sistema ilegal para ajustar manualmente el altura del coche en el Gran Premio de Canadá.
El tema podría ir más allá, pues se especula con que el equipo de las bebidas energéticas no sólo tenía el sistema que por normativa ha de ser ajustado usando herramientas especiales, sino que la FIA tiene sospechas de que modificaban la regulación en parque cerrado entre clasificación y carrera.
Desde Italia han respondido con una negativa rotunda a las palabras de Marko, según informan Tuttosport y Corriere dello Sport, un portavoz de Ferrari dijo que la acusación es «completamente falsa».
De hecho, el periodista Michael Schmidt, teniendo en cuenta el secretismo con el que se hace todo en la F1, duda de que en Red Bull tengan conocimiento de lo que hay debajo de la carcasa del F2012.
«Uno no deja de preguntarse como es posible que un extraño pudiese haber visto algo así», dijo el periodista de Auto Motor und Sport. «Los componentes del chasis en la parte delantera están bien ocultos bajo fibra de carbono».
«Es difícil imaginar que Ferrari haya dado alguna pista a alguien fuera del equipo», agregó Schmidt.
Si uno valora como funciona la F1, es muy complicado entender las palabras de Helmut Marko acusando a Ferrari de usar un sistema ilegal durante un año sin que nadie dijese nada. En el paddock a la mínima sospecha de algo irregular o bien se recurre a la FIA directamente, o lo más habitual, se le cuenta a la prensa.
Esto provoca un efecto altavoz para llegar hasta la FIA, ante lo que el organismo actúa de oficio para verificar los rumores. Así que no es sólo que alguien llegue a descubrir el sistema de Ferrari, que ya resulta complicado, es que sabiéndolo no hubiese salido a la luz.