La escudería Ferrari ha admitido que está decepcionada con la forma en que la defensa del equipo Mercedes le ha utilizado durante la audiencia ante el Tribunal Internacional de la FIA la semana pasada por el asunto del test-gate.
La exposición de la defensa de Mercedes hizo hincapié en el hecho de que Ferrari hizo los mismo que ellos en las pruebas que realizaron justo antes del Gran Premio de España, también en el trazado de Montmeló.
De hecho, también salió a la luz que a pesar de que Ferrari utilizó el coche de 2011 y no el de 2013 como el equipo alemán, el piloto oficial de Maranello Felipe Massa estuvo en la pista.
«Es lamentable que nos convirtiésemos en el objetivo de la defensa de este modo», dijo un portavoz de Ferrari al diario alemán Bild, mientras el resto del mundo de la F1 ve una sanción demasiado blanda al equipo alemán.
«El juicio es apropiado y, de hecho, el tribunal siguió en gran medida la sugerencia de nuestro abogado», dijo el copropietario de Mercedes Toto Wolff, en referencia a la sugerencia de Mercedes de quedarse fuera de las pruebas de jóvenes pilotos de Silverstone.
Wolff también negó que el puesto del jefe del equipo, Ross Brawn, estuviese alguna vez en duda: «Ross es una parte importante de nuestro equipo, ahora podemos volver al trabajo».
Sin embargo, los rumores apuntan a que el castigo a Mercedes vino de la mano de un «acuerdo» con la FIA que permitiese aplicar un castigo y mantener al fabricante alemán en la parrilla de F1.
«Algunos tienen la sensación de que la FIA negoció un acuerdo con Mercedes», dijo sin reparos Ralf Bach, corresponsal del Der Spiegel. Así el ex jefe de escuderia Colin Kolles considera «inexplicable» la sanción, algo con lo que la mayoría de la prensa está de acuerdo.
«Sin Mercedes, la F1 sería un desastre. El año que viene también suministrarán los nuevos motores turbo a Williams, force India y McLaren», dijo el veterano corresponsal del diario suizo Blick, Roger Benoit.