La FIA sigue manteniendo su postura sobre la legalidad del F-duct que incorpora el Mercedes W03, a pesar de que se comenzaba la semana hablando de que el Gran Premio de China 2012 podría ser escenario de un nuevo debate, con algunos equipos, especialmente Red Bull y Lotus, cuestionando la legalidad de la innovación aerodinámica.
Se comentaba que el director técnico de Lotus, James Allison, aportaría otro argumento en contra de esa tecnología y que sería planteado a Charlie Whiting antes de las verificaciones técnicas en Shanghai la próxima semana.
Christian Horner insiste en que no es sólo Red Bull y Lotus los que no ven con buenos ojos la innovación técnica del equipo de Brackley.
«Créanme que no es sólo Red Bull, creo que la mitad del paddock está en contra de esto», dijo el jefe de Red Bull a la televisión británica Sky Sport.
Horner reveló que en Malasia el debate terminó con Whiting afirmando que «tendrían que pensar en ello», pero a través de la página web de la FIA se ha vuelto a publicar una «versión corregida» de la sesión de información técnica que el director de carrera dio a los periodistas en Australia el mes pasado, lo que supone válido el sistema de Mercedes.
Se habla de que la principal objeción que ponen los equipos al F-duct de Mercedes es que, en cierto modo, utiliza «el movimiento del piloto», puesto que se activa cuando se presiona el DRS y precisamente lo que se prohíbe es que sea el piloto el que actúe para activar el conducto.
Ante esta argumentación de «al presionar el botón del DRS» y «movimiento del piloto», el delegado de la FIA Charlie Whiting dijo a los medios de comunicación: «Eso está específicamente permitido (en las normas)».
El jefe de Mercedes, Ross Brawn, dijo a la BBC: «Se activa con el DRS porque ese es el propósito del DRS, mejorar los adelantamientos y eso es lo que estamos tratando de hacer».
Pero la postura de Whiting en China parece que va a mantenerse invariable, lo que deja al resto de equipos pensando en como adaptar la solución a sus respectivos monoplazas, en el caso de que puedan hacerlo.
«Entonces los equipos se enfrentan con dos alternativas», explicó Horner. «O aceptarlo y ponerse manos a la obra para desarrollar su propia solución, si es que se puede adaptar a sus coches».
«O realizar una protesta en caso de que sintamos, o cualquier otro equipo sienta, que no está de acuerdo con la interpretación de Charlie», agregó.