Jenson Button, centro los elogios por la consecución del Mundial de Pilotos 2009 de Fórmula 1, recibió las felicitaciones de Michael Schumacher, quien calificó de «increíble» la historia del piloto y la escudería Brawn.
«Tuvieron que superar tantos obstáculos, sólo un año atrás todo parecía terminado», escribió Schumacher en su página web, al recordar la renuncia de Honda a la Fórmula 1 que había puesto fuera del campeonato a la escudería que ahora ha logrado el campeonato.
Schumacher se declaró también «particularmente feliz» por Ross Brawn, junto a quien logró sus campeonatos con Benetton y Ferrari y se lamentó en cambio porque su compatriota Sebastian Vettel (Red Bull) no pudo seguir luchando por el título, definido matemáticamente a falta de una carrera.
También la escudería Ferrari, con la que Schumacher sigue vinculado como asesor, publicó las felicitaciones a Brawn y a Button, éste último elogiado por la prensa británica, que ya el año pasado había celebrado el campeonato de Lewis Hamilton (McLaren).
«Ahora lo sabemos. Jenson Button tiene el corazón de un ganador», escribió The Times, que elogió la gran combatividad exhibida por el piloto el domingo en el Gran Premio de Brasil, que contrastó con la frialdad de las carreras anteriores, en las que parecía descansar tras las seis victorias logradas en las siete primeras carreras del año.
«Quiero seguir aquí el próximo año», dijo Button, en medio de rumores de que pedirá subir su salario a 8,5 millones de euros anuales, acorde a su nueva condición de campeón, pues a comienzos de temporada aceptó una reducción de 5 millones, provocado por la crisis.
«Creo que muchos pilotos que ganan el Mundial pierden la cabeza. Dormí no más de tres horas, no quería perder con un sueño esta sensación maravillosa. Cuando dentro de algunos días me haga a la idea de lo que logré será aún más mejor», añadió Button, de 29 años y que regresó a Londres en el avión privado que le cedió el brasileño Rubens Barrichello, su compañero en Brawn.
Los elogios en la prensa se dirigieron en igual medida hacia el «supercerebro» Ross Brawn, quien sumó su octavo título, pues estuvo en los siete que cosechó Schumacher, dos con Benetton y cinco con Ferrari. Brawn, un hombre muy tranquilo, amante de la pesca y el cultivo de rosas, valora tanto el título de Button como el Mundial de Constructores, que permitirá a su escudería un gran ingreso económico, según lo previsto en los acuerdos de la Fórmula 1, donde el ingeniero ingresó en 1976.
brawn es una estratega nato, bien por el