El Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, que arrancará mañana con los primeros entrenamientos libres, tiene como máxima atracción un duelo entre Brawn GP y Red Bull, únicos aspirantes serios a hacerse con el mundial en una temporada atípica.
La escuderia de capital austríaco viene de imponerse en Silverstone y Nurburgring, con victorias del alemán Sebastian Vettel y del australiano Mark Webber, que rompieron la hegemonía del británico Jenson Button, actual líder del Mundial.
«Hemos introducido en nuestros monoplazas novedades aerodinámicas que confiamos darán un buen resultado, estamos decididos a levantar cabeza tras los problemas que tuvimos en las dos últimas pruebas», declaró hoy Ross Brawn, dueño del equipo con base en Brackey y heredero de la desaparecida escuderia Honda.
Button está al frente del Mundial, con 68 puntos, bajo acoso de Vettel (47) y Webber (45,5), mientras el otro piloto de Brawn GP, el brasileño Rubens Barrichello, es cuarto con 44 después de alentar una dura polémica con sus escuderia en los últimos días.
«En el equipo no hay jerarquías y tanto Vettel como Webber tienen iguales posibilidades de luchar por el título», afirmó hoy el director técnico de Red Bull, Chris Horner. Las declaraciones siguieron al anuncio de la renovación del contrato, por un año más, de Webber, quien cosechó su primer éxito en la Fórmula 1 hace diez días en el GP de Alemania.
Tras dos jornadas casi invernales en Inglaterra y Alemania, se espera tiempo soleado y caluroso en el circuito Hungaroring, lo que puede beneficiar la sustentación de los coches de Brawn.
El proveedor de cubiertas Bridgestone por primera vez en el Mundial llevará a la carrera neumáticos con compuestos de tipo blando y súper blando, que favorecerán la adherencia.
«Todos hablan de Brawn y de Red Bull, pero aquí Ferrari puede ganar también. ste es un trazado lento y tortuoso, parecido a Montecarlo, y es bueno recordar que en el Principado yo fui tercero y que, de haber hecho la pole position, podría haber ganado», declaró el finlandés Kimi Raikkonen este jueves.
Ferrari sólo aspira a lograr la tercera plaza en el Mundial de Constructores, un premio de consuelo para la casa italiana, mientras Renault, McLaren y Williams también se han resignado a que tendrán pocas opciones de lograr algo esta temporada.
El fin de semana también será el debut del español Jaime Alguersuari, al volante de un Toro Rosso en reemplazo del despedido Sebastian Bourdais, quien se convertirá en el más joven en salir a pista en la categoría, con 19 años de edad.
La jornada de hoy, víspera de la primera sesión de ensayos, estuvo dedicada a versiones y rumores sobre el mercado de pilotos, con el alemán Nico Rosberg centro de atención, pues tiene a punto de vencer su contrato con Williams, que aún no selo ha renovado.
«Me agradaría pasar a algún equipo grande, como McLaren o BMW, pero no desecharía la posibilidad de renovar con Williams, que es con Ferrari la tercera fuerza del Mundial», subrayó Rosberg, quien ha hecho puntos en las cinco últimas pruebas.
Además, la versión de que Jacques Villeneuve, campeón mundial en 1997, evaluaba volver a la F-1 encendió curiosidad, pero el canadiense desmintió hoy que su futuro esté en la escudería USF1, una de las tres que cumplirá su debut en 2010.
También apareció la desmentida de Adrián Campos sobre el acuerdo que le atribuyen con Pedro De la Rosa, actual probador de McLaren, para ocupar una de las butacas de su equipo.
«Lo que es seguro es que haré un anuncio importante para el Gran Premio de Europa que se corre en Valencia el 23 de agosto», admitió el diseñador español.
La tercera escudería debutante en 2010, Manor, está negociando la posible incorporación del piloto estadounidense Adam Carroll, campeón de la categoría A1GP y ex probador de Honda antes del retiro del equipo japonés de la F-1.