Felipe Massa efectuará esta semana un test en pista, probablemente con el mismo monplaza que ya había utilizado el pasado mes de julio Michael Schumacher en el circuito de Mugello, cuando el alemán entrenaba para su, finalmente, frustrado regreso a la Fórmula 1.
«Queríamos evitar toda polémica y por eso preguntamos si no estábamos violando las reglas en vigor», explicó el jefe de la escudería Stefano Domenicali, sobre la autorización concedida por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para que Felipe Massa pudiese entrenar esta temporada a pesar de la norma que prohibe los entrenamientos en pista durante la temporada.
No se sabe aún si Massa entrenará en Fiorano o en Mugello, pero con toda probabilidad rodará con el Ferrari F2007, con el que Kimi Raikkonen ganó el mundial y ya utilizado por el Kaiser, que montará neumáticos de GP2.
El brasileño continuará paralelamente con su trabajo físico diario e iniciará una serie de test en el simulador que posee Fiat en sus instalaciones. Pese a los deseos de Massa, parece descartada definitivamente la posibilidad de que corra en las dos pruebas que faltan para terminar el actual Mundial, más aún porque, para poder hacerlo, el brasileño debería someterse antes en París a una serie de test impuestos por la FIA para verificar su estado de salud.
La autorización de la FIA para los entrenamientos de Massa tiene como imposición que en ellos no se obtengan datos, salvo los necesarios para comprobar que las cualidades del piloto están en perfecta forma para poder iniciar la próxima temporada al volante del Ferrari.
Supongo que si Felipe consigue superar los tests correctamente ya podermos verlo en pista en los entrenamientos oficiales previstos para la primera semana de diciembre en la pista de Jerez. Todavía no hay confirmación de que equipos ni que pilotos participarán en los entrenamientos, pero junto con el regreso de Massa podría ser la primera vez que viésemos al Fernando Alonso vestido de rojo.