Niki Lauda aconsejó a Felipe Massa que regrese a la Fórmula 1 «en cuanto los médicos se lo permitan», porque cada día de inactividad «hace aumentar el miedo y la tensión» y el peligro de una «crisis de pánico» cuando vuelva a correr.
El austríaco tricampeón de la Fórmula 1 confirmó que él mismo sufrió ese problema cuando decidió regresar a las pistas en setiembre de 1976, tras correr el riesgo de morir carbonizado en el Nurburgring, seis semanas antes. «Esa crisis me paralizó cuando empecé a rodar en Monza, en los entrenamientos del viernes, ahí me di cuenta que las presiones me eran insoportables, la superé solo olvidando todo y concentrándome únicamente en la convicción de que sabía pilotar», recordó Lauda.
El mayor problema que tendrá Massa cuando suba otra vez al Ferrari F60 serán » las vibraciones de la máquina, que llegan al cerebro desde el asfalto. Si las asimila bien significa que habrá superado el problema», afirmó.
Lauda expresó también su convicción de que el futuro retorno del piloto brasileño «será mucho menos brutal» que el suyo, «me daban por muerto y, ya en el hospital, le ofrecieron un puesto en mi lugar, por dos años, a Emerson Fittipaldi, algo que no olvidaré nunca», evocó. Existe gran expectativa en Ferrari por saber el resultado de la visita que Massa hará a una clínica de Miami al doctor Steve Olvey, cuyo diagnóstico será decisivo para definir cuándo estará en condiciones de volver.
En una entrevista concedida a un diario brasileño, reproducida por el diario turinés La Stampa, Massa contó que ha recuperado casi totalmente la funcionalidad del ojo izquierdo, «que ya ha alcanzado un 95 por ciento», tras el grave accidente que sufrió en Hungría.
Oportuno el consejo del polémico, aunque ultimamente más acertado y mesurado Nicky Lauda… sólo faltaría, para rematar la mala suerte de Felipe, que luego de haberse echado en las espaldas el equipo por casi dos temporadas, termine siendo precisamente él, el reemplazado para la temporada 2,010.