Michael Schumacher se declaró hoy «frustrado y bastante triste» por la cancelación de su retorno a la Fórmula 1, pero Ferrari anunció que pedirá una tercera plaza para el Mundial de 2010 pues todavía sueña con su vuelta a las pistas.
«Estaba muy contento de poder ayudar al equipo, pero las condiciones son las que son y no ha podido ser», dijo Schumacher, en una rueda de prensa convocada en Ginebra para explicar su frustrado retorno a la Fórmula 1, por dolores crónicos en el cuello.
«Yo sabía desde el principio que no estaba bien, pero desde la prueba en Mugello, me di cuenta de que algo andaba mal», reconoció Schumacher, que finalmente estará ausente en el GP del próximo día 23 en Valencia, donde ya hay gran decepción porque el alemán no pueda pilotar allí.
«Siempre dejé claro que volvería con la condición de que estuviera recuperado», aclaró Schumacher, atajando eventuales críticas, pues ahora su plaza será cubierta por el italiano Luca Badoer y no por el otro piloto probador de Ferrari, el español Marc Gené, lo que profundizó el disgusto en Valencia.
El presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, aseguró a su vez al diario La Stampa que la escudería italiana seguirá luchando para que la próxima temporada los equipos de Fórmula 1 puedan contar con un tercer monoplaza.
«Continuaremos luchando para que en la próxima temporada cada escudería tenga tres coches. Prefiero tres McLaren y tres Renault a cuatro o cinco vattelapesca (desconocidos)», dijo Montezemolo.
Y agregó: (Schumacher) «Tiene 40 años, pero es de otro planeta, prefiero al campeón, aún cuando esté más viejo que a un piloto mediocre, aún más joven. Nuestro circo precisa algún impacto y con placer le daría un tercer coche a Michael».
«Con Ferrari, a la luz de lo ocurrido, no hablamos de planes para el futuro, naturalmente está la posibilidad de continuar colaborando», dijo a su vez Schumacher, retirado hace tres años de la Fórmula 1, tras ganar siete títulos mundiales.
Cuando se le insistió sobre si podría volver a correr más adelante, Schumacher admitió que escuchó hablar de ello a Montezemolo, pero aclaró que «no es algo que pase por mi mente, no estoy pensando aún en el futuro». Montezemolo contó que Schumacher «había perdido cuatro kilos» y «había respondido con el entusiasmo de un niño» a su propuesta de sustituir a Felipe Massa y dijo que ofreció el asiento al alemán «porque es un fuera de serie que marca la diferencia».
«Le escogí por cuatro motivos: estaba seguro de que me garantizaría unas prestaciones excelentes; ofrecía serenidad a Felipe Massa; aseguraba un soporte técnico sin comparación para la evolución del coche y encarnaba la voluntad de dar a la Fórmula 1 y los equipos un buen empujón«, agregó.
«Al principio estaba más por el no, pero ustedes conocen a Montezemolo, es un gran amigo, fue muy persuasivo y logró convencerme», confesó a su vez Schumacher, quien «por ahora puede correr en kart, pero no en Fórmula 1», según dijo hoy Johannes Peil.
El médico personal de Schumacher dijo que un eventual retorno del alemán a la Fórmula 1 «dependerá de su curación» y agregó que «por su fractura (en la zona del cuello) se precisan hasta 18 meses» de reposo.
El accidente del pasado febrero «fue el más serio de toda su carrera, una fractura en la base del cráneo, en una región fundamental» y cuyos dolores no pudieron ser aliviados con ningún fármaco.
El frustrado retorno de Schumacher es un «desastre» para la Fórmula 1, dijo hoy el ex campeón Niki Lauda, en tanto los organizadores del GP de Europa que se correrá en Valencia aclararon que no devolverán las entradas por la ausencia del alemán.