La incertidumbre sobre el regreso de Felipe Massa y el bajo rendimiento de su sutituto Luca Badoer llevan a Ferrari a buscar con cierta prisa un nuevo suplente del brasileño.
El equipo italiano aspira a quedar tercero en el Mundial de Constructores, lo que le reportaría la nada despreciable cifra de 10 millones de euros, en una temporada mediocre en la que ya no lucha por el título de pilotos.
Portavoces del equipo insinuaron la necesidad de sustituir a Badoer, quien volvió a repetir con el peor tiempo en la última sesión de libres del Gran Premio de Bélgica, por otro piloto el 13 de septiembre, en la carrera de Mónza, coincidiendo con la carrera de casa de la escudería italiana.
Martes o miércoles de la próxima semana, tras las nuevas revisiones médicas que le harán en una clínica neurológica de Miami, se sabrá si Massa podrá volver a correr este año, pero los pronósticos mas entusiastas lo sitúan como muy pronto en el GP de Brasil, el 18 de octubre.
Con ese panorama, en Ferrari se ven forzados a incorporar a un piloto con experiencia, capaz de afrontar debidamente las cinco carreras que le quedan a la temporada, después de la de Spa. La Casa de Maranello tiene 46 puntos en el Mundial de Constructores, pero está bajo el asedio de McLaren, que ya reunió 41 puntos y se mantiene muy fuerte en las últimas carreras.
«Ferrari necesita hacer puntos con sus dos pilotos», declaró hoy su jefe Stefano Domenicali y, como esto es imposible con Badoer, desde Monza en adelante debería contar con un piloto con experiencia y en activo.
El italiano Giancarlo Fisichella, a punto de quedar libre en Force India, reúne los requisitos y es el principal candidato a ocupar el sitio de Massa. La difícil situación interna que se vive en Ferrari hace tambalearse el fichaje de Fernando Alonso para 2010, así que es poco probable que aunque llegue a producirse se anuncie en Monza.
«Estamos pensando y evaluando posibilidades, pero no es seguro que la definición de mi futuro sea inminente», afirmó el piloto español presente en Spa.
Más todavía porque, según se rumorea, el contrato de patrocinio publicitario del Banco Santander con Ferrari el próximo año, no incluiría ninguna cláusula que impusiese a Manarello el fichaje de Fenando Alonso.
En estas circunstancias, el más tranquilo de todos parece Kimi Raikkonen, hasta antes del accidente de Massa en Hungría parecía seguro que sería él el que dejase Ferrari, sobre todo porque hasta entonces había dado muestras de una baja competitividad.
«Otros se preocupan por mi futuro más que yo, en mi caso duermo tranquilo, porque tengo contrato también para la próxima temporada y no me corresponde a mí tomar una decisión», declaró hoy el finlandés, que terminó segundo en Hungría y tercero en Valencia, el domingo pasado.