Con la vorágine del Gran Premio de Sakhir 2020 ya digerida, se puede empezar a valorar la carrera de George Russell del pasado domingo con algo más de tranquilidad y perspectiva. En primer lugar hay que tener presente que el novato piloto hizo una carrera fantástica y que sólo un encadenamiento de nefastos problemas hicieron que se le escapase la oportunidad de lograr su primera victoria en Fórmula 1.
A pesar de ser la primera vez que se sube al coche, pilotó como si llevase meses subido a ese monoplaza. Pasó a su compañero de equipo en la salida, al tiempo que bloqueó el ataque de Max Vertappen, luego volvió a pasarle limpiamente tras el relanzamiento con el coche de seguridad para ir de nuevo a por la victoria y de nuevo siguió con hambre de victoria a pesar de haber caído hasta la decimosexta posición.
En segundo lugar hay que valorar las relaciones contractuales que vinculan a pilotos y escuderías. Mercedes y Valtteri Bottas tienen contrato firmado para 2021, el ex piloto de F1 Robert Doornbos comentaba en Ziggo Sport que el piloto finlandés debe estar pensando al mirar su contrato: «¡Qué suerte tengo de haber firmado esto!».
El piloto finlandés reconocía tras la carrera del domingo pasado que se le podría ver «como un completo idiota» y que no resultaba «agradable». Ser ampliamente superado por quien se sube por primera vez al coche es un trago difícil de digerir.
Por otra parte, George Russell tiene un contrato firmado con Williams para pilotar la próxima temporada. Una cosa es ceder el piloto una carrera a final de temporada, en pro de una buena relación con el hermano mayor, y otra muy distinta es arrebatarle un piloto.
Wolff: «Superó nuestras expectativas con creces»
El campeón del mundo de 1997, Jacques Villeneuve, dijo a Sky Italia que «si hubiera un asiento libre en Mercedes hoy», sin duda, sería para Russell. El piloto demostró con creces que tiene madera de campeón y que podría haber llevado ese coche a la victoria.
Toto Wolff comentaba tras la carrera que incluso cuando no todo era perfecto para Russell en ese monoplaza se había apañado para demostrar su talento, en un cockpit pensado para un piloto más pequeño como Hamilton: «Se estaba golpeando las rodillas y tenía los nudillos ensangrentados. Superó nuestras expectativas con creces«.
«Tenemos un asegurado un piloto para el próximo año. George tiene contrato con Williams; y nosotros uno con Valtteri. Mercedes respeta sus contratos. Pero nunca se sabe. Sólo puedes tener en cuenta la información que tienes en ese momento y un cisne negro pasa cuando menos te lo esperas. George estará en nuestro coche tarde o temprano».
Otra conclusión que podemos sacar de lo ocurrido el domingo es que casi cualquier piloto puede optar a ganar al volante del W11. Mercedes ha creado una máquina perfecta para las pistas de Fórmula 1. Como me decía uno de los ingenieros cuando lo comentábamos: «con un Mercedes haría podio hasta yo«.