Bernie Ecclestone ha admitido que el resurgimiento de Ferrari es su gran esperanza para la temporada 2013, concretamente ha declarado que desea que «Ferrari vuelva al lugar que le pertenece, a la cabeza».
La famosa escudería de Maranello, posiblemente el equipo más improtante de la parrilla, no ha ganado un título de pilotos desde 2007.
Las últimas temporadas han estado dominadas por Red Bull, pero el presidente ejecutivo de la F1 insistió en que un cuarto título consecutivo para Sebastian Vettel en 2013 no sería un problema.
«Respondo a tu pregunta exactamente como lo hice cuando Michael Schumacher ganó el título de campeonato del mundo antes del siguiente, es como Muhammed Ali cuando era casi invencible.
«Todo el mundo está esperando a ver si estos chicos pueden ser vencidos y cuándo», ha añadido Ecclestone.
De todos modos, aunque Vettel es el campeón del mundo, muchos en la F1 consideran a Fernando Alonso como el mejor piloto del momento.
«Quizá es porque su estilo es más agresivo», ha dicho Ecclestone, «puede ser porque tiene que conducir así porque su Ferrari no es tan bueno». «También es verdad que da más espectáculo», ha añadido.
Ecclestone reconoce que se rumorea que las habilidades de Vettel se deben en gran parte a la fuerza de Red Bull y al diseñador del coche, Adrian Newey.
«Christian Horner hace un gran trabajo», ha dicho. «Las otras escuderías no son tan eficientes».
«El problema para Ferrari viene de largo, y las expectativas incrementan su miedo a cometer errores. Tienen miedo de quedar mal en público, así que prefieren actuar de un modo más conservador, demasiado conservador para mi gusto», ha explicado Ecclestone.
«Red Bull está en una posición muy diferente con Dietrich Mateschitz (el propietario). Él es un empresario más o menos independiente, es su propio jefe y puede hacer lo que quiera», ha declarado el británico.
Ecclestone ha añadido que «incluso si comete un gran error, nadie puede despedirlo, pero Luca di Montezemolo siempre tiene que comportarse como un político».
Finalmente, Ecclestone ha insistido en que no tiene miedo del asunto de Gerhard Gribkowsky, aunque existe la posibilidad de que pudiera ser condenado y encarcelado en Alemania.
«No he tenido ni tengo miedo, de nada ni de nadie. Nunca lo he tendio», ha concluido.