El piloto de McLaren Lewis Hamilton debería habérselo pensado dos veces antes de enfrascarse en una lucha con Pastor Maldonado a final de carrera, cuando sus gomas ya habían dicho basta y la superioridad del Williams difícilmente hacía suponer que el MP4-27 fuese a resistir las embestidas del venezolano.
Al menos esa es la opinión del jefe de McLaren, Martin Whitmarsh, después de que el piloto cerrase balance del Gran Premio de Europa con una desventaja de 23 puntos con Alonso en el campeonato de pilotos.
El accidente ocurrió casi con la bandera a cuadros a punto de bajarse y el piloto de Williams terminó con una penalización de 20 segundos por parte de los comisarios al entender que era el responsable del accidente.
Y mientras Maldonado arremetió contra su rival después, la reacción de Hamilton era visiblemente medida y resistiendo el impulso de «mostrar claramente su enfado», según dijo el periodista del Times Kevin Eason.
En las declaraciones oficiales facilitadas por su equipo, Hamilton dijo que perder el liderato con Fernando Alonso y ser superado por Webber «no es el fin del mundo».
Sin embargo, Whitmarsh dijo en rueda de prensa que «(Hamilton) desde su perspectiva tiene que decidir si debe luchar con alguien como él (Maldonado), entonces tal vez deba tomar un enfoque diferente».
El tricampeón Niki Lauda dijo a Kleine Zeitung que espera que los mejores pilotos recuperen pronto el dominio de la F1 una vez más.
«¿El ganador de Barcelona? ¿Quién era ese? Maldonado, no lo recuerda nadie», dijo Lauda afirmando que tener siete ganadores diferentes en siete carreras es un autentico puntazo para la prensa, pero que a él le gustaría volver pronto a la normalidad.
«Los aficionados que ven la F1 necesitan a sus héroes», dijo la leyenda austriaca, en referencia a que más allá de los titulares que proporciona una temporada alocada como esta, también provoca que los espectadores más fieles pierdan cierto interés.