Lewis Hamilton parecía afrontar con energías renovadas este año, después de una complicada temporada 2011 donde los problemas personales afectaron a su rendimiento en pista y se vio superado ampliamente por su compañero de equipo Jenson Button, pero tras la primera carrera parece que su ánimo se ha vuelto a marchitar.
Al inicio de la pretemporada, la sexta para el campeón del mundo de 2008, parecía haber dejado todo atrás y afrontaba 2012 con una nueva actitud. Pero la victoria de Jenson Button el domingo, unido a su pobre resultado teniendo en cuenta que salía desde la pole, dejaron una lamentable imagen de Hamilton tras el Gran Premio de Australia.
David Coulthard expresó su preocupación acerca de la actitud de Hamilton tras la carrera, se subió al podio con pocas ganas de celebración y visiblemente enfadado. En la rueda de prensa posterior a la carrera el británico se mostró muy serio y tajante en sus respuestas, incapaz de ocultar la decepción por el resultado.
«¿Ha sido noqueado Lewis (por la victoria de Button)?», se preguntaba Coulthard en su columna del Telegraph. Y es que su actitud contrastaba con la mostrada el sábado tras la clasificación donde logró la primera pole del año.
Son muchos en la F1 los que están asombrados por como se están desarrollando las cosas en McLaren, mientras algunos pronosticaron que para Button haber fichado por el equipo de Woking era «meterse en la guarida de los leones» el tiempo está mostrando que el campeón de 2009 ha logrado hacerse un hueco sin problemas en el equipo y está siendo muy superior a Hamilton.
«La gente lo subestimó», dijo el jefe del equipo Martin Whitmarsh. «Él es un tipo tranquilo, maduro y tolerante por lo que la gente no se da cuenta de las ganas que hay en él de competir y ganar».
«Ahora hay que creer que está en una buena oportunidad de luchar por el título este año y la disponibilidad para que podamos seguir mejorando del coche, no cometer errores, ser fiable y no hay ninguna razón para que él no pueda lograrlo», agregó.
Al otro lado del box de McLaren hay un piloto abatido y con un contrato que se termina a finales de esta temporada.
«En su día, Lewis fue inmejorable y sin embargo, sospecho que McLaren se está preguntando si desean o no quedarse con él, porque él esta arrastrando demasiados problemas», dijo el comentarista Martin Brundle.
Pero no todos ven que la actitud de Hamilton en Australia sea necesariamente mala, su jefe Martin Whitmarsh hacía una lectura diferente: «Cuanto él sea feliz siendo tercero, vencido por su compañero de equipo, entonces no será el Lewis que todos amamos y admiramos».