El promotor del Mundial de Superbike, Maurizio Flammini, quien trató de organizar una carrera de F1 en las calles de Roma, ha admitido que el proyecto está definitivamente muerto, los problemas relacionados con la burocracia de la capital italiana hacen inviable organizar un evento de estas características.
«Por supuesto, no se puede hacer debido a problemas burocráticos», le dijo el ex piloto de F2 a la agencia de noticias Ansa. «Ahora estoy trabajando en el Gran Premio de Nueva York, que espero que siga adelante pronto».
«La burocracia aleja miles de proyectos de Roma, no sólo la F1. Debemos luchar contra ella», explicó Flammini.
«Es impensable que un acuerdo de planificación, la base de cualquier negocio que se pueda desarrollar en la zona, tenga que tener una duración que va desde los seis a los quince años», añadió.
«Cualquier iniciativa en este mundo es vieja con seis años, y mucho menos con quince», insistió Flammini.
La idea de un Gran Premio por las calles de Roma había chocado en un principio con los partidarios de Monza, quienes estimaban que no había sitio para dos carreras en Italia y que la tradición del Templo de la Velocidad hacía más recomendable seguir con la carrera en el circuito.
A pesar de que se habla de muchos proyectos para correr aquí y allí, la mayoría no se convierten en iniciativas serias, la mayor parte de las veces por problemas relacionados con la burocracia, y los que logran ponerse en marcha deben luchar contra un sin fin de problemas y contratiempos que muchas veces hacen inviable el proyecto.
De todos modos los circuitos urbanos, aunque ofrecen un marco excepcional para disputar un Gran Premio, son sumamente costosos, tanto económicamente por el montaje del trazado, como en los inconvenientes por los que deben atravesar quienes viven allí. Podemos verlo en el caso de Valencia, donde son muchas las voces que cada año protestan por la celebración de la carrera.