Michael Schumacher ha sido de los últimos pilotos en llegar a Bahrein para disputar la primera carrera de la temporada 2010. Mientras que la mayoría de sus 23 rivales ya se encontraban en el circuito de Sakhir en la tarde del miércoles, el piloto alemán de 41 años, tomaba tierra en un jet privado junto a su esposa Corinna a última hora de ayer.
Su primer compromiso del fin de semana será una reunión de desayuno con la prensa hoy jueves. Y según las palabras del heptacampeón del mundo, a Bernie Ecclestone, director ejecutivo de la F1, no el importará su llegada tardía al desierto de Bahrein.
Schumacher dijo a la revista alemana Stern que al jefe ejecutivo de la F1 se le habían puesto «simbolos de dólar en sus ojos» cuando se enteró de su decisión de regresar a la Fórmula 1 este año con Mercedes.
Quién también estaba ausente en Bahrein ayer miércoles fue Jenson Button, que se encontraba en Abu Dhabi para recibir su premio Laureus, mientras que Brawn – ahora reconvertido en Mercedes – se llevó el premio de equipo.
Ayer era día de premios y condecoraciones, por lo que Ross Brawn tampoco se encontraba en Sakhir, estaba en el Palacio de Buckingham para recibir su Orden del Imperio Británico de manos de la Reina de Inglaterra.
(GMM)