Robert Kubica ha confesado haber cometido errores «vergonzosos» en Melbourne en la sesión de clasificación del sábado. Y en carrera las cosas sólo han ido a peor, aunque consiguió terminar la carrera lo hizo cerrando a tres vueltas del vencedor.
Pero el polaco, que regresó a la parrilla después de una ausencia de ocho años con una lesión permanente en el brazo, dice que su Williams no solo ha sido lento, sino también difícil de pilotar e inconsistente.
«El viernes, en la segunda mitad de la sesión, la gente estaba haciendo simulaciones de carreras y en 45 minutos me habían superado más que en cuatro años de carreras», dijo a Przeglad Sportowy.
Más tarde, tocó en el muro en la entrada del foso, y en la clasificación golpeó el muro en el exterior de la curva 10 y se clasificó último detrás de su compañero de equipo George Russell.
«La sensación en el monoplaza en general no era la mejor, pero de repente era mejor antes del último intento. Pero me compliqué la vida con un error estúpido. Era solo una estimación mala del espacio disponible para mí, y eso es un poco embarazoso», agregó Kubica.
Williams, un problema importante en el monoplaza
Russell ha dicho que Williams ha descubierto un defecto «fundamental» que debería solucionarse en unos meses. Pero Kubica se negó a estar de acuerdo con esa estimación.
«Estamos de acuerdo en los problemas, pero no me atrevería a predecir cuándo nos pondremos al día con el resto de la parrilla», dijo el piloto polaco. «Quizás sea porque tengo más experiencia. Me alegraría si solo nos llevase dos o tres meses, pero como dije, es imposible decirlo ahora».
El otrora laureado equipo de Fórmula 1 está pasando por momentos complicados. Su monoplaza es difícil de pilotar y eso les va a lastrar durante el arranque de temporada. Ese fallo estructural del que hablan puede incluso llevarles a no ser capaces de superar la norma del 107%, algo que pudo haber sucedido en Australia.
Hoy en carrera han firmado las dos últimas posiciones, con George Russell con dos vueltas perdidas con la cabeza de carrera y tres en el caso de Robert Kubica. Mal arranque de temporada para un equipo que es sinónimo de F1.