Este año la escudería Lotus sueña con, al menos, subir a uno de sus pilotos a lo más alto del podio y saborear una victoria que nuevamente le dé un aire de emoción a su retorno como escudería a la F1.
Lotus logro su última victoria hace 25 años en el Gran Premio del este de los Estados Unidos de 1987 con el Lotus 99T pilotado en aquel entonces por el mítico Ayrton Senna quien tenía de compañero de equipo a Satoru Nakajima. El Lotus 99T diseñado por Gérard Ducarouge era un coche amarillo, bastante competitivo, que llevaba como principal patrocinador a Camel, el cual se llevo el tercer puesto de pilotos y de constructores.
Lotus esta temporada viene con dos pilotos con hambre de victoria, por un lado Kimi Raikkonen que tras pasar unos años fuera de la F1, regresa esta temporada con mucho ímpetu y sacándole el mayor rendimiento al coche tratando de obtener los mejores resultados posibles haciendo valer su apodo de “Ice Man”, mientras Romain Grosjean que regresa por su segunda oportunidad en la F1 acompañado ahora con más experiencia luego de pasar unos años en categorías inferiores y lograr el campeonato de GP2.
Ahora el Lotus E20 es dorado y negro pero con la misma sed de triunfo que cuando era amarillo, lo bueno que tiene Lotus es que para ellos no hay un segundo piloto y ambos luchan por lograr el mejor resultado, lo cual fue algo que se pudo notar en el Gran Premio de Hungría cuando Kimi por estrategia de equipo, logro salir por delante de Grosjean en su salida de pits quedando ambos pilotos en segundo y tercer lugar.
Tras estas pequeñas vacaciones en la F1, tendremos la posibilidad de observar si habrá un octavo ganador y si este será de la escudería Lotus, que hasta el momento es uno de los equipos que más competitivos y consistente se ha mostrado en lo que va de temporada.