Hace ya varios años que la normativa de la Fórmula 1 congeló el desarrollo de los motores, pero esto no ha detenido a los ingenieros especialistas en la materia a la hora de usar todo su ingenio para continuar mejorando la combustión interna de los propulsores que equipan los monoplazas en los Grandes Premios.
Y es así pese a que en breve comenzará la octava y última temporada en la que todos los monoplazas deberán utilizar la configuración V8.
«No se nos permite hacer modificaciones directas en el motor en términos de rendimiento, con lo que hemos trabajado principalmente en mejorar nuestra fiabilidad en lo relativo al motor que levará el F138», declaró el director del Departamento de Motores y Electrónica, Luca Marmorini.
«Gracias al análisis de los entrenamientos del invierno del año pasado ya mejoramos nuestra fiabilidad para 2012 y pudimos reducir costes. Para este año, el motor ha sido modificado en la zona que se conecta con el chasis y la caja de cambios con el fin de hacer que el motor trabaje mejor como un componente del coche en su conjunto. Miramos el rendimiento pero sobre todo centrándonos en el desarrollo de combustibles con nuestros amigos de Shell. También consideramos a los lubricantes y en esta área, nuestra primera preocupación es la de reducir la caída de rendimiento que todos los motores de Fórmula 1 experimentan a lo largo de su «vida». Nuestro objetivo es proporcionar a nuestros pilotos un motor que mantenga el mismo nivel de rendimiento desde la primera carrera hasta la tercera, puesto que con la normativa actual, la mayoría de los motores tienen un ciclo de tres carreras».
En lo que se refiere a la electrónica necesaria para controlar los motores, no hay grandes cambios en el reglamento de esta temporada, aunque una vez más aquí, Marmorini y su equipo encontraron áreas en las que se podía mejorar. «Nuestro principal objetivo aquí era el de reducir el peso de los sistemas electrónicos del coche, lo que conllevaba adoptar soluciones innovadoras», explica Marmorini.
«Sin embargo, hay un nuevo elemento importante para esta temporada: por primera vez usaremos el sistema electrónico estándar TAG 320 que será la base del que todo el mundo usará en 2014. El uso de este nuevo ECU (unidad de control electrónico) ha provocado a su vez el tener que desarrollar un software y ponerlo a prueba, y también el desarrollo específico de nuevas herramientas de programación».
El hecho de que los grandes cambios de 2014 están a la vuelta de la esquina ha influido también en el trabajo del sistema de recuperación de energía cinética. «En cuanto al KERS, creemos que el primero que desarrollamos para 2009 es el que mejor se adaptó a la Fórmula 1, ya que es compacto, con los componentes agrupados bajo la célula de combustible», mantiene Marmorini.
«Para 2013, hemos tenido éxito en la disminución del peso y el volumen. Eso conlleva la mejora de la eficiencia del sistema, que es un paso importante de cara al reglamento de 2014, cuando el sistema tendrá que durar más tiempo. Esto significaba encontrarla manera de disminuir la caída del rendimiento, sobre todo en lo que a las baterías se refiere».
«El reto de un gran cambio en el reglamento para 2014 está resultando ser muy interesante y creemos que habrá un significativo trasvase debido a estas normas, de Fórmula 1 a nuestra producción de coches GT. Es un trabajo considerablemente grande, mucho más que el mero diseño de un nuevo motor y de un turbocompresor: conlleva un sistema nuevo, una nueva forma de pensar, herramientas nuevas que probar y con el fin de llevar a cabo todo esto estamos actualizando nuestro personal de trabajo y nuestra infraestructura. Ha habido tiempo de sobra para sacar ideas e hipótesis, pero ahora llega la hora de finalizar los planes sobre lo que llevarán nuestros coches el año que viene», finalizó.