A pesar de que el piso del Red Bull ha captado toda la atención informativa por los ya famosos agujeros, ahora prohibidos tras la aclaración técnica de la FIA, no fue la única característica del RB8 que captó la atención del organismo rector, el sistema de refrigeración de los frenos tampoco se ajusta a la normativa técnica.
Los vigentes campeones del mundo han sido informados, tras el Gran Premio de Mónaco que el diseño del piso de su coche no se ajusta a la normativa a través de una aclaración técnica remitida por el delegado de la FIA Charlie Whiting.
Pero la revista alemana Auto Motor und Sport informa de que el equipo de las bebidas energéticas se ha visto obligado a hacer otra modificación en los coches de Sebastian Vettel y Mark Webber.
«La FIA ha descubierto otro detalle ilegal en el Red Bull», dijo la noticia publicada en la revista especializada el viernes.
El detalle se centra en los conductos de refrigeración de los frenos del coche diseñado por Adrian Newey, que, en opinión de la FIA, está siendo mal utilizado por Red Bull como una ayuda aerodinámica.
Las normas exponen claramente que los conductos deben ser utilizados única y exclusivamente para enfriar los frenos. Esto fue los que argumentó que se estaba haciendo por parte de Red Bull, pero la FIA no está de acuerdo y obligó a que se hiciese un nuevo diseño.
Auto Motor und Sport informa de que el equipo de Milton Keynes lleva usando este diseño, ahora prohibido por la FIA, desde el inicio de la temporada 2012.
Al igual que en el caso de los orificios en el suelo del coche, el sistema de refrigeración de los frenos ha de ser modificado antes de disputar el Gran Premio de Canadá 2012, bajo amenaza de recibir una sanción si se sigue usando.
La polémica se ha desatado nuevamente por este comportamiento de la FIA y que ayuda a confundir a los aficionados. Si la normativa prohíbe algo y se usa, entonces cuando te cazan tendrías que recibir una sanción.
Hasta aquí lo más genérico de las normativas, pero en el caso del reglamento técnico, sobre todo cuando hablamos de F1 que todo se mide al milímetro, un reglamento tan complejo como el actual puede dar lugar a ambigüedades, incluso a artículos que se contradicen.
Y este hueco es el que aprovechan los equipos para estirar la norma al límite, es el caso de los orificios y del diseño del conducto de freno. Pero tampoco la FIA tienen muy claro como debe aplicar la norma, pues el RB8 pasó todas las verificaciones del órgano rector hasta la fecha, de ahí que sancionarles sea complicado.