El equipo Ferrari ha echado mano de la estrategia y ha decidido sacrificar a Felipe Massa para que Fernando Alonso gane una posición en la parrilla de salida del Gran Premio de EEUU 2012, un movimiento táctico que puede aportar una gran mejora en la carrera del piloto español, sobre todo en su lucha por el campeonato con Sebastian Vettel que saldrá desde la pole.
El equipo italiano ha decidido romper el precinto de la caja de cambios, que la FIA coloca para evitar que los equipos realicen modificaciones en los monoplazas entre la clasificación y la carrera, en el monoplaza de Felipe Massa, por lo que el brasileño será penalizado con cinco posiciones en la parrilla.
Con esta movimiento consiguen que Fernando Alonso gane una posición, pasa de la octava a la séptima posición, por lo que además de esa posición de parrilla consigue salir desde la zona limpia de la parrilla, lo que va a aportar una gran mejora a la carrera del asturiano.
Con una pista tan sucia como la de Austin la diferencia entre salir en las posiciones impares y las pares puede ser muy grande. Con esta decisión logran dos cosas importantes, avanzan al piloto que está luchando por el mundial y además permiten al asturiano tener la pista más limpia para facilitarle adelantar posiciones en la salida.
Pero además también consiguen un efecto curioso en el resto de la parrilla, por una parte Felipe Massa pasa de la sexta la undécima posición, por lo que saldrá también por la zona limpia. Y como un efecto rebote ponen a Romain Grosjean en la octava posición y se quitan el problema de un posible ataque a Alonso.
El equipo en un comunicado en el que explicaban esta decisión, agradecían públicamente que el piloto brasileño entendiese esta decisión del equipo para beneficiar a Alonso que se está jugando el título.
Gran movimiento táctico de la Scuderia, aunque a algunos puedan considerar que esta decisión entra dentro de una zona poco limpia del reglamento deportivo. Ocurra lo que ocurra, usar todas las armas que tienen a su alcance para luchar por el campeonato contra un coche, que ahora mismo, parece completamente imparable, el RB8 de Vettel.