La escudería McLaren ha instado a su piloto Sergio Pérez a que mantenga su agresividad en pista, a pesar de la reprimenda que se llevó el mexicano tras el Gran Premio de Bahrein por luchar hasta el límite con su compañero Jenson Button.
Las noticias apuntan a que el jefe del equipo Martin Whitmarsh ha tenido una charla con el piloto de 23 años por la lucha que mantuvo con su compañero y que fue definida como «peligrosa» y «sucia».
Sin embargo, una semana atrás, tras la carrera de China, el propio Whitmarsh había acusado a Pérez de ser «demasiado cortés» en sus duelos en pista e instigaba al piloto mexicano a «usar los codos» en el futuro.
«No quiero frenar al pasión y la chispa de Checo, porque eso es lo que le llevó a superar a Alonso y a Webber», dijo Whitmarsh. «Y aunque sabe que molestó a su compañero, no creo que eso le quite el sueño esta noche».
Pérez ya admitió que la presión inicial de ser un piloto de McLaren era palpable, en comparación con lo que sucedía en Sauber, para quién corrió durante las temporadas 2011 y 2012. Su predecesor en el equipo de Woking dijo que se notaba la tensión en el mexicano.
«Hay mucha presión cuando se está en un equipo tan fuere y poderoso como ese», dijo Hamilton. «No es fácil.Al igual que aquí (Mercedes)».
Con sólo 23 años tener la responsabilidad de obtener resultados está claro que ejerce una fuerte presión sobre los pilotos, pero es parte de su trabajo y no debería suponer un problema. En unas cuantas carreras más el mexicano se habrá asentado en el equipo y habrá encontrado su sitio en la pista.