Los grandes planes de McLaren para conquistar las 500 Millas de Indianápolis y el mundo de Indycar en general están destrozados.
Fernando Alonso dejó la F1 el año pasado, pero junto con McLaren regresó a Indianápolis para 2019 para completar su proyecto de «triple corona».
Sin embargo, el domingo, la entrada de McLaren-Alonso no logró calificar para la Indy 500 luego de una caída, problemas técnicos y falta de rendimiento.
En respuesta, el jefe de McLaren, Zak Brown, despidió rápidamente al ex jefe de Force India, Bob Fernley, quien dirigía el proyecto Indy de la marca.
«No creo que hayamos subestimado a Indy, pero creo que no estábamos preparados», dijo Brown al periódico Indianapolis Star.
Alonso dice que su coche naranja era «lento», y no solo en términos de rendimiento.
«Ves a Juncos (Racing) estrellarse ayer y estar listo a las 6 am. Para nosotros, hemos sido un poco lentos en todo», agregó el español.
Una interpretación es que Brown estaba culpando a Fernley y al socio técnico Carlin Racing por muchos de los problemas.
Pero Brown insiste: «McLaren es totalmente responsable de nuestra falta de éxito».
Sin embargo, agregó que «dos de sus tres coches (de Carlin)» no lograron clasificarse para el Indy 500.
Sin embargo, Brown dice que el desastre de Indy 500 en 2019 no ha frenado su deseo de ver a McLaren triunfar en Estados Unidos.
«Si bien este es obviamente un evento masivo y un resultado público muy decepcionante, somos un equipo de carreras», dijo.
«En las carreras, ganas carreras, pierdes carreras, chocas. Eso es todo parte de eso.
«McLaren tiene mucha más determinación que dejar que un resultado de la carrera nos evite volver o empujar a través de algo que queremos hacer, simplemente porque perdimos».