El equipo de Brackley ha revisado y ajustado el diseño del sistema DRS, causante del último fallo técnico en el alerón trasero que ha dejado a Michael Schumacher fuera de carrera en Canadá, según ha revelado el jefe de Mercedes Ross Brawn, quien afirma que no «cree en el destino» ante los frecuentes problemas del heptacampeón.
Los misteriosos problemas técnicos que afectan al veterano piloto alemán han puesto al equipo una enorme presión en un momento muy delicado, ya que el contrato de Schumacher expira a finales de esta temporada.
La situación que rodea al asiento del Kaiser también es toda una incógnita , ya que ese puesto en carrera es considerado, tal vez, como la única alternativa realista para Lewis Hamilton, que sigue discutiendo sobre dinero con McLaren.
Pero el piloto de 43 años insiste en que los problemas técnicos no influirán en sus negociaciones con Mercedes para ampliar su contrato, como mínimo, hasta 2013.
«Sin duda, no me va a impulsar la emoción en torno a mi futuro en la F1», dijo a la revista suiza Motorsport Aktuell. «Eso es aplicable tanto en el sentido negativo como en el positivo».
El heptacampeón bromeó sobre los fallos que le han dejado fuera de carrera diciendo que, a veces, en este 2012 se ah sentido como «el piloto de pruebas de Mercedes», pero insistió en que mantiene la fe en el equipo de Brackley que «no se darán por vencidos».
Schumacher cuenta con tan sólo 2 puntos en la clasificación de pilotos de 2012, pero él piensa que el rendimiento de la flecha plateada que pilota ha estado mejor que nunca.
«Desde mediados de 2011 he estado a la par con Nico (Rosberg) en carrera y de vez en cuando aún mejor», añadió.
Pero el Kaiser también confirmó que su futuro es incierto: «Si el equipo y yo creemos que todos los factores son importantes al fin, vamos a estar hablando de una mayor cooperación».
Norbert Haug, vicepresidente de competición de la marca alemana, insistió: «No hay presión en relación al tiempo y vamos a hablar con Michael en primer lugar».