La escudería Mercedes no apelará el veredicto salido del Tribunal Internacional tras el «test-gate», en el que se le reprendió por su conducta y se le deja fuera de los entrenamientos para jóvenes pilotos, por lo que se da por zanjado el asunto, al menos en lo que se refiere a ellos porque a sus rivales no les ha convencido la decisión de la FIA.
Además de la reprimenda a los de Brackley y su expulsión de los entrenamientos para jóvenes de Silverstone, también se les condena al pago de una parte de los costes que ha tenido el proceso.
La resolución del Tribunal Internacional de la FIA daba un plazo de 7 días para interponer una apelación contra las decisiones adoptadas, pero a través de un comunicado el equipo en el que militan Lewis Hamilton y Nico Rosberg calificó de proporcionadas las sanciones y descartó apelar.
«Se confirmó que el equipo actuó de buena fe en las pruebas de Pirelli, nunca tuvo la intención de obtener una ventaja deportiva injusta y no había razón para creer que la aprobación no se había dado», decía el comunicado de Mercedes.